Llueven gotas como llueven letras. Días de lluvia, días de lectura.
MicroQuijotes es una recopilación de textos breves en torno a la obra de Cervantes. Es uno más de los exponentes literarios a los que ha dado lugar las andanzas de quien nació en un lugar de La Mancha de cuyo nombre no quiero acordarme. De sus lecturas se desprende cómo cada autor, ya sea Rubén Darío, Borges, Arreola, Denevi, Pacheco, Monterroso, Lagmanovich y muchos más, es tocado por aquel hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y corredor. De esas fantasías vividas cuando frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, siendo de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza, que tenía por sobrenombre de Quijada, o Quedasa, derivan estas otras ensoñaciones en tono a la locura, los amores, Doña Dulcinea, Don Aldonzo así como las últimas palabras del Cide Hamete.
Para muestra este microtexto de José de la Colina
Cervantes. En sueños, su mano tullida escribía el Antiquijote.
Juan Armando Apple ha tenido la genial idea de hacer una antología sobre el Quijote en forma de microrrelatos o microcuentos,(género moderno que tanto gusta a nuestro buen amigo Javier), cuya característica destacada es la brevedad y condensación. No se me ocurre como ha hecho la selección de los 51 MicroQuijotes de una treintena de autores, cuando en la propia obra advierte que la reproducción no puede realizarse sin el consentimiento de la editorial. De la antología solo tres pertenecen a Juan Armando y, cabe destacar el que lleva por título: “doble personalidad” de la escritora Lilian Elphick.
ResponderEliminarLo más natural es que D. Quijote haya sido leído por todos los autores de los MicroQuijotes aunque visto lo visto y a estas alturas de la vida no me creo nada. Aquel lo he leído dos veces y espero que la vida me brinde una tercera oportunidad.
El sábado 25 de octubre de 2015, me desperté a las 8:00 de la mañana, (aunque no siempre tengo esa suerte) y, lo primero que ocupó mi pensamiento fue un Quijote que había en la casa de LL. Era una colección en fascículos y el tío Jorge hermano de mi MADRE lo encuadernó. He de procurar enterarme de por dónde anda, no para recuperarlo sino para saber qué ha sido de su vida. Creo que este pensamiento ha aflorado porque terminé de leer MicroQuijotes de Juan Armando, o, vaya usted a saber. Volviendo al Quijote, el libro es un verdadero monumento literario no solo por su contenido sino por su impresionante presencia. Materialmente, se me había borrado de la mente. Pienso que podría ser leído a una persona enferma, teniendo la ventaja de que tiene la letra grande y el inconveniente de que pesa mucho.
Hay que ver las vueltas que da la vida, el domingo 3 de enero de 2016 estuve comiendo en casa de mi hermana Ana en el municipio de Tegueste y me lleve una fuerte alegría porque tenía localizado el Quijote; la encuadernación había dado para 4 volúmenes y se encontraba, como el que escribe, algo envejecido por el paso del tiempo y la humedad de LL.
El sábado 25 de octubre de 2015, me desperté a las 8:00 de la mañana, (aunque no siempre tengo esa suerte) y, lo primero que ocupó mi pensamiento fue un Quijote que había en la casa de La Laguna. Cabalgué presto hacia ella en mi rocinante de cuatro ruedas en busca de un Macro Quijote de tantos tomos como ruedas. Setenta días, con las aspas del recuerdo moliendo mi memoria, me llevó dar con aquellos libros encuadernados por mi madre cuyos fascículos había coleccionado el tío Jorge. Creo que este pensamiento ha aflorado porque terminé de leer Micro Quijotes de Juan Armando, o, vaya usted a saber, pero es evidente que aquel sábado 25 de octubre debió ser uno de esos días en que me desperté a las 8:00 de la mañana con suerte, tal y como nos ocurre a todos cada vez que despertamos.
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