No recuerdo la triple doble uve en la que tropecé con este título pero al leerlo me vino a la memoria unos macarrones con su cebolla pochada, regados con un Falvium de Arganza, elaborado con uvas seleccionadas de la variedad mencía, comidos al calor de una estufa alimentada con pellets. La agradable tertulia mientras el cocinero, delantal al cuello, nos iba deleitando con el proceso culinario de elaboración de tan apetitoso manjar y el conocimiento de su afición en estas lides, tras haber leído Volverás a Región, donde curiosamente, fue la región en la que tuvo lugar el episodio, me animó a su compra como regalo para mi amigo “el cocinillas”.
Desconozco si ha de ser de mala educación el haberlo leído previamente pero una vez en la mano las hojas se vuelven lozanas y se dejan querer.
No es lectura de recetas sino de esas manías que envuelven a todos aquellos que gustan de sorprender y ser agasajados a través del arte de la cocina y que les enfadan cuando no hallan un ingrediente fundamental, como si el comensal se lo fuera a echar en cara; o cuando no encuentra en el cajón el utensilio adecuado sin el que la mezcla no será la misma; o cuando se decepciona porque su plato no ha quedado exactamente igual que el de la foto del maestro michelín.
Es corto, entretenido e instructivo sobre el mundo literario en torno a los manuales de cocina tanto de Inglaterra como de Francia. Espero que le guste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario