Vino en el lote de libros
que he intercambiado con una amiga lectora. Desconocía a este autor uruguayo,
cuyos cuentos recopilados en este libro fueron publicados en periódicos de
tirada nacional en su país. Desgraciadamente los rotativos no están ya para
este tipo de impresiones.
Los cuentos no son muy
civilizados pues tienen algo de kafkianos al verse sus personajes transformados
en el desarrollo de los mismos. Sin embargo, lo son en cuanto que es el modelo
de civilización quien conduce a los protagonistas a desarrollarse en otros
seres cuando se enfundan el traje de la jerarquía y se sienten obligados a
aparentar ser superiores al escalar un escalafón en la empresa, o cuando para
adquirir más bienes el burócrata compatibiliza su trabajo con el de carnicero o
bien acaba desquiciado al ser sometido cada seis meses a una nueva distribución
de su entorno laboral.
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