El progreso del amor ha sido
eso, el progreso del amor hacia lectura de esta escritora. Si bien, en el leído
anteriormente, Demasiada felicidad, me costó algo disfrutar de la misma, de la
felicidad y de la autora, en esta ocasión el progreso ha sido notable. Ya no me
cuesta tanto seguir los lazos de parentesco entre los personajes que aparecen
en sus cuentos ni situar geográficamente los cambios de domicilio de las
familias, siendo más sencillo entender su forma de fraccionar literariamente
las historias vitales de quienes aparecen en sus relatos. Historias que por
otra parte no son nada del otro mundo a las que Munro aporta toques íntimos, de
esos que todos pensamos en la conversaciones en nuestra vida diaria, pero que
no nos atrevemos a decir porque pueden sentar mal, porque entendemos serían mal
educados, y que acaban por provocar un giro real en las relaciones
interpersonales pues son las que realmente importan.
Buscar título en este blog
La última niebla. La amortajada. María Luisa Bombal
Dos novelas cortas en un
mismo libro. Una cuenta la historia de un matrimonio de conveniencia en la que él pretende que su
segunda mujer supla a la primera y ella decide vivir una fábula con un supuesto
amante que encuentra un día de niebla. La otra relata la visión que desde el
lecho de muerte y el féretro tiene la muerta de su vida, matrimonio, marido,
hijos, amigos y familiares.
Leídas hoy, su temática,
puede carecer de interés. Pero escritas por una mujer, en Chile, en la década
de 1930, los aspectos escritos sobe los prejuicios en torno a la mujer crearon
mucho disconfort.
Luna de lobos. Julio Llamazares.
Acudí al
Espacio Cultural La Ranilla ante una propuesta que yo entendí iba encaminada a
formar un club de lectura. Pero el Club era/es una realidad y los asistentes
acudieron versados en El Sepulcro Vacío, novela de Cecilia Domínguez, Premio
Canarias de Literatura. Experiencia gratificante la ofrecida por la escritora
aquel primer jueves de octubre.
Para el
primero de noviembre la propuesta es Luna de lobos. Acertado título para una
historia en torno a esos grupos de resistencia antifranquista que quedaron en
tierra de nadie, durmientes durante el día, vivos por la noche, en la zona
fronteriza entre León y Asturias. Haber pateado por la zona con algo de nieve
facilita comprender el paisaje y la dureza de los inviernos, para los
protagonistas casi diez estaciones, debatiéndose entre una vida propia de
alimañas pendientes de los cepos y de robar ganado, las incursiones en los
pueblos cercanos, las visitas a los familiares y la huída constante ante las
persecuciones de la Guardia Civil.
El dragón, Rashomon y otros cuentos. Akutagawa Ryúnosuke.
La literatura japonesa para
muchos lectores no va más allá de Murakami. Alabado por muchos, criticado por
otros como escritor de calidad best-seller puede suponer la puerta de entrada a la popularidad occidental de otros autores de más calidad que Haruki. Es el
caso de Akutagawa, cuyos cuentos tienen un encantamiento narrador propio de un
cuenta cuentos, quien provoca el que la lectura te embeba y quedes magnetizado
como un niño a quien oralmente le cuentan una historia.
Como algunos de los buenos
escritores bien sea como en este caso por el hecho de ser nipón o por concurrir
su vocación de escritor o por ambas dejó un texto que se incluye en estos
cuentos titulado: "Los engranajes"
en el que describe los problemas de visión que estaba teniendo y que vinieron a
ser el reflejo de sus inseguridades, pesadillas e ideas de suicidio que dieron
lugar a este final de texto: ¿Es que no habrá nadie que me haga el favor de
estrangularme sigilosamente mientras duermo, hasta morir?
Sigilosamente, tras ingerir pastillas de veronal (primer barbitúrico
comercializado) dejó de existir a los treinta y cinco años diciendo: Bonyaritoshita fuan, que significa "sombrío desasosiego".
Cuentos civilizados. Julio Ricci.
Vino en el lote de libros
que he intercambiado con una amiga lectora. Desconocía a este autor uruguayo,
cuyos cuentos recopilados en este libro fueron publicados en periódicos de
tirada nacional en su país. Desgraciadamente los rotativos no están ya para
este tipo de impresiones.
Los cuentos no son muy
civilizados pues tienen algo de kafkianos al verse sus personajes transformados
en el desarrollo de los mismos. Sin embargo, lo son en cuanto que es el modelo
de civilización quien conduce a los protagonistas a desarrollarse en otros
seres cuando se enfundan el traje de la jerarquía y se sienten obligados a
aparentar ser superiores al escalar un escalafón en la empresa, o cuando para
adquirir más bienes el burócrata compatibiliza su trabajo con el de carnicero o
bien acaba desquiciado al ser sometido cada seis meses a una nueva distribución
de su entorno laboral.
HOMBRES BUENOS. Arturo Pérez-Reverte
En el siglo de las Luces dos miembros de
la Real Academia Española, don Hermógenes Molina, bibliotecario, más bien bajo
de estatura y un poco grueso y don Pedro Zárate, almirante, alto y flaco fueron comisionados por sus
compañeros con la misión de viajar a París para adquirir una primera edición de
la Enciclopédie de D´Alambert y Diderot en 28 tomos. Algo que en la actualidad
sería muy sencillo se convierte en un asunto complicado debido a que dos
miembros de la Real Academia: Manuel Higueruela y Justo Sánchez harán lo
posible y lo imposible porque la Enciclopedia no llegue a la Real Academia. Los
comisionados viajan a París en un coche de caballos de aquella época y se
hospedan por el camino donde les cae la noche. Al llegar a París don Pedro se bate en duelo, son atracados, compran la
Enciclopedia, son detenidos y robados. La obra está basada en hechos y
personajes reales. Está muy bien documentada; el escritor a veces va al lugar
donde ocurrieron los hechos y cuando se le presenta un problema es como si
escribiera en voz alta, diciendo lo que pasa y viendo la manera en que le puede
dar solución. Describe con mucho realismo y minuciosidad la época, desgranando
las dificultades que ha tenido que afrontar para recrear ambientes y rutas
entre Madrid y París. Como resultado de todo ello, el lector se ve transportado,
teniendo la sensación, de como si el tiempo hubiera retrocedido al siglo XVlll.
Había
leído al escritor, académico y cartagenero Arturo Pérez- Reverte en
algunos escritos y es para considerarlo como valiente; muy valiente, sin
importarle lo que le puedan hacer, porque se ha cuidado de que en realidad, no
le pueden hacer nada.
Para lo que pretendo el libro es
francamente bueno. Tiene gran número de ideas y frases que pueden ser muy
aprovechables, otras no te quitan el sueño pero te dan que pensar. Con pocos
personajes y considerable esfuerzo hace un libro interesante y entretenido,
cuya lectura me dejó muy satisfecho.
Maus. Art Spiegelman.
Maus, aún siendo un cómic en
el que los judíos están representados por ratones y los nazis por gatos, nada
tiene que ver con la historia de un niño con pijama a rayas que deja un sabor
de inocencia a un lado y otro de la alambrada. Esta es una historia real que a
través de texto y viñetas enseña el confinamiento de los judíos polacos desde
que son hechos visibles al portar el identificativo bien claro en sus abrigos, pasa por su reclusión en barrios de las ciudades de los que no pueden salir, para acabar escondidos en dobles fondos de carboneras, basureros y sótanos, hasta que eran deportados a campos de concentración como el de Auschwitz del
que solo escapaban por la chimenea de los hornos crematorios al ser
transformados en humo.
Lo cuenta un testigo que vivió
como una rata, y lo hace sin acritud, sin rencor, sin añadir odio, solo lo
cuenta, lo cual ya es más que suficiente. Lo narra a su hijo, el ilustrador y
guionista del libro, mientras en la casa cuenta los clavos, las cerillas,
aprovecha la bolsa del té, canjea la comida que no va a usar, en su doble
condición de comerciante judío y judío que vivió al borde de la muerte y sabe
el significado de esas medias raciones de pan que tuvo que esconder para poder
canjearlas por alguna mejora que le ayudara a sobrevivir.
Andamios. Mario Benedetti
Javier se
presenta en Montevideo, Uruguay, hecho y derecho como un edificio, tras haber
abandonado el país para evitar las torturas de los milicos en la cana por su
protesta contra la instauración dictatorial en 1973 que se alargó hasta 1985.
En Madrid deja mujer e hija. Capítulo a capítulo cual andamios va justificando
su propia estructura como persona. La vuelta a las conversaciones con viejos
militantes, la nueva coyuntura del país, la relación con la madre, con los
hermanos que ahora viven en EEUU y lo tratan como brother y los nuevos amores
van entrelazándose para dar lugar a un buen retrato de su doble exilio pues
algo le han marcado los años vividos en España. Pero si de algo se siente
exiliado Javier es de su hija.
Creo que es
común, exista mar, tierra o un simple muro entre habitaciones ese exilio. Tan
común que o se debe dar por entendido o más bien ha de ser tan doloroso, como
lo pueda ser el político, que se evita con disimulo el comentarlo. Ese doble
exilio padres hijos, hijos padres en el que los años se viven mascando un: si
yo le hubiese hablado de… o rumiando un: por qué nunca me decidí a preguntarle
cómo…mientras al fuego la cafetera pita con la salida de pequeños rencores a la
espera de que una de las partes alimente con su humillación la soberbia de las
llamas del otro, sin caer en la cuenta de lo gratificante que es sentarnos a
degustar el café juntos hasta ese día en que sin solución no quede otro remedio
que tomar el café solo, con la nostalgia de todos esos “síes” que
quedaron sin solución, pues el otro se ha exiliado definitivamente.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)