Barcos de vapor, remolcadores,
gabarras, trenes, coches a caballo y a motor, calles numeradas, los primeros
rascacielos, bares y restaurantes, trenes, tranvías y grandes avenidas, bombas
de bomberos que trabajan a destajo, italianos e irlandeses por doquier, todo
cabe en esta novela donde los personajes pueden ser tan efímeros que aparecen y
desaparecen en un mismo relato que apenas llena una hoja mientras que otros
entran y salen de la historia al tiempo que La Gran Manzana va tomando forma,
en una época, los años 20, en la que el sueño americano queda ahogado para
algunos en el río Hudson y para otros se hace realidad aupándolos a los pisos
más altos de la sociedad. Para ello Dos Passos utiliza un formato periodístico
que facilita al lector el ir pasando continuamente de una historia a otra
con algunos personajes fijos que crecen junto con la ciudad. Ciudad que es la
verdadera protagonista de la novela.
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