Introducción. (Pag 9) Ediciones Cátedra facilita un “breve” análisis del autor, su época y obra. En ocasiones mejor saltársela para evitar influencias; otras veces mejor leerla al final.
Parte primera. El Subsuelo. (Pag 69) A los cuarenta años, desde esos lugares subcutáneos, a mitad de camino entre el esternón y la columna vertebral, del frontal y el occipital, donde el ser humano sitúa el alma y la inteligencia inicia Fiódor un diálogo con el lector en el que filosofa en torno a ese punto existencial que provoca disfrute ante la nada, negándose cualquier atisbo de voluntad para emprender acción alguna, regodeado por esa dosis de tristeza en la cual podemos encontrar solaz descanso y placer al tiempo que nos es molesta. Bueno es que razone quien lee los interrogantes propuestos y bueno es también que mantenga cierta distancia con lo leído no vaya a ser que esa sensación de tristeza placentera se agrande y de ese subsuelo baje al sótano de la depresión obteniéndose como resultado un lector que dude entre convertirse en Gregor Samsa o un escarabajo.
Parte segunda. A propósito del aguanieve. (Pag 109) A modo de relato se cuentan las memorias de los hechos acaecidos en la vida del protagonista, cuando tenía veinte y cuatro años, y que justifican su filosofía de la vida en el subsuelo.
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