Buscar título en este blog

Los pasos perdidos. Alejo Carpentier


Leer esta obra de Alejo Carpentier me ha llevado a perderme ,desde luego, siguiendo esos pasos.
       Después de la lectura de muchas de sus páginas y coincidiendo la misma con los días de temporal que hemos sufrido recientemente, ya no sabía si volverme sobre mis pasos , detenerlos o...seguir caminando hasta donde esta lectura me llevara, tal era la desazón, curiosidad, aturdimiento que tenía.....Hubo un momento que sentí que era "demasiada literatura " para mí. "alta literatura", y que no estaban mis oídos  preparados para la musicalidad de esa prosa que va y vuelve haciendo filigranas mágicas de tal suerte que pierdes totalmente la trama ¿de qué habla? ¿dónde estoy?...

Un pensamiento, finalmente, arroja luz a mis cavilaciones: es igual donde esté, perdida ya del todo, disfruto sólo del paisaje de la exquisita prosa de Carpentier. "Éramos seres ínfimos, mudos, de caras yertas, en un páramo donde sólo subsistía la presencia foliácea de un cacto de fieltro gris, agarrado como un liquen, como una flor de hulla, al suelo ya sin tierra " (pág 81 )

¿Éramos ? ¿Quiénes eramos ? ya me daba igual, no pudiendo atender a la forma y al fondo, decidí seguir disfrutando de esa fiesta del verbo....porque...

"De pronto bulle el agua y un cardumen de peces que saltan, chocan, se atropellan, pasa por encima de nuestra barca, erizando la corriente de aletas plomizas y olas que se abofetean con ruido de aplausos " (pág 269).  La selva, en plena selva....estoy en la selva....... y..."Cuando recupero el aliento perdido me miro en el espejo ennegrecido por horruras de mosca que está en el fondo de la sala y veo un cuerpo, ahí, sentado junto a la mesa, que está como vacío. No estoy seguro de que se movería y echaría a andar si yo se lo ordenara. Pero el ser que gime en mí, lacerado, desollado, cubierto de sal, acaba por subirse a mi gaznate en carne viva, e intenta una protesta balbuciente..." (pág 277) 

Merce

4 comentarios:

  1. Merce:
    El comentario me ha parecido sobresaliente. Al principio pensé que ibas a volver sobre tus pasos, pero, por lo visto los días de temporal te hicieron persistir en la lectura. Has tenido más suerte que yo con EL SIGLO DE LAS LUCES al descubrir la “alta literatura” de Alejo. Tus ojos no son mis ojos, por ello no pude apreciar la buena pluma del autor. Indudablemente, las reseñas poéticas que mencionas son para enmarcar. Lamento no haber podido exprimir la exquisita prosa que estoy seguro que encontrarás si te decides a leer EL SIGLO DE LAS LUCES.

    ResponderEliminar
  2. Empezar a leer un libro es muy parecido a ir al cine o a ir a tomar un vaso de vino. Hay quienes se sientan ante la pantalla a sabiendas que la película les va a facilitar un buen rato de evasión, de risas, de intriga, de miedo y hay quienes prefieren otras películas que les aporte otro tipo de impresiones. En el caso del vino para muchos lo importante está en el ratito que se pasa en compañía independientemente de la añada, los taninos y el gusto dejado en el retropaladar y otros ya no quieren oír hablar del vino de garrafón. A su vez hay películas y vinos cuya valoración depende mucho del momento en que sean vistas o degustados. Suele ocurrir que exista una cierta distancia entre los diferentes modelos de espectadores y bebedores y hasta cierto recelo y desprecio por no poseer los mismos gustos. Ocurre también en los libros, ciertos lectores cuando oyen hablar de Las 50 Sombras de Grey o de Ulysses por poner dos ejemplos extremos marcan diferencias.
    En realidad no hay tales diferencias siempre y cuando cada cual disfrute de su tiempo de lectura. Sin embargo a modo de recomendación sí que creo que es bueno quitar un dígito, el primero o el último y no hacernos el remolón a la hora de levantarnos de la butaca o a esperar si al día siguiente nos duele la cabeza. 248 páginas son muchas. No es mala idea si en las primeras 24 o a lo sumo las 48 cambiamos de película o de vino siempre y cuando no estemos disfrutando.

    ResponderEliminar
  3. ABELARDO:
    Pienso que nos tenemos que conceder la libertad de seguir leyendo o no un libro. A mí me cuesta dejar de leer algo si no me motiva...pero, he ido resistiéndome a esa sensación de "hacerle un feo" o algo así al autor al abandonar la obra y lo cierto es que poco a poco he conseguido vencer esa resistencia.
    Me alegro que, si no te agrada algo, pues eso, seas libre de abandonarlo...Yo me quedé en la lectura porque no sentí del todo ese deseo de abandono, había algo que me seducía y.... luego descubrí que era el propio lenguaje el que me envolvió;pero si no hubiera sentido eso, pues, hubiera dejado de leer.

    Merce

    ResponderEliminar
  4. JAVI:
    Comparto lo que dices, es absurdo permanecer con algo que no nos está aportando nada.
    Leer un libro es algo muy personal, estamos en un estado de introspección, en compañía de nosotros mismos,con ganas de evadirnos o de entretenernos o de aprender, reflexionar o lo que sea...y ya demasiadas "convecciones sociales" nos vemos obligados a veces a mantener, como para también en nuestro ámbito más personal y privado tener que "mantener apariencias" y no poder sentirnos libres.

    Merce

    ResponderEliminar