Diana es actriz americana,
bajita, seleccionada entre miles para el papel de Juana de Arco. Posteriormente
solo ha tenido papeles de menor envergadura. En el rodaje de uno de ellos se
enamora del protagonista. Resulta ser otro de sus amores frustrados, como en
las películas. Diana, como cazadora de dedica a la captura de ejemplares
humanos y así lo relata su penúltimo amor. Poco a poco la situación va llevando
a Diana al alcohol y a la muerte. Entre página y página, Carlos Fuentes hace
balance de dos culturas, la americana y la mexicana, tan dispares pero a la vez
tan dependientes.
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