Siempre ha llamado la atención en el
archipiélago el que seamos tan distintos a pesar de existir una comunicación
visual entre sus islas. En los habitantes aborígenes las diferencias son
claras: desde la cerámica a los enterramientos. Si hubieron de llegar por mar,
parece extraña la poca curiosidad por establecer contacto con alguna isla
vecina. Al igual ocurre en la actualidad, en un tiempo de comunicaciones y
globalidad, por suerte, los palmeros siguen con su hablar canoro, los herreños
con su buen castellano, los canariones continúan jugando a los “dado en las
duna a las do” y los gomeros de tontos no tienen ni un pelo.
¿Y si esas diferencias fuesen geológicas
a pesar de tener el archipiélago un origen común de carácter volcánico? Tan
iguales y tan distintas. En unas está presente el estrato basal, en otras las playas levantadas, los restos fósiles de corales, los deslizamientos,
la actividad magmática reciente en los dos extremos del archipiélago, el
adormecimiento inexplicable como en la Gomera.
Qué bueno poder contar con este gran
laboratorio geológico en nuestras islas y qué poco provecho le sacamos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario