La vida de los negros vista
por una escritora negra no deja de ser del mismo color. Los relatos de Ann
Petry muestran las vicisitudes de unos protagonistas que comparten la compleja
existencia afroamericana de los Estados Unidos del siglo pasado; unas experiencias
que todavía resuenan en la actualidad. Se vale de una actitud blanca que
pudiera parecer inofensiva para ir desarrollando un cuento en el que los negros
acaban por llevar la peor parte. En Los huesos de Louella Brown, a la hora de
volver a enterrar dos cadáveres por traslado del cementerio, la funeraria se
verá incapaz de acertar cuál de ellos pertenece a una mujer blanca y cual al de
la negra. En El Testigo el negro acaba siendo obligado a participar en una
violación quedando así doblemente condenado si se atreviera a denunciar el
acto.
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