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HISTORIA DE UN CANALLA Julia Navarro.

 Es una obra de Julia Navarro autora española con mayor reconocimiento internacional. El canalla es Thomas Spencer un individuo de baja calaña al que lo mínimo que se le puede llamar es canalla y de ahí para arriba todo lo que se quiera y se pueda imaginar. Para mí es un grandísimo h.de p, sin que por ello su madre tenga que serlo, carece de escrúpulos además de ser un sádico y un violador.
La historia comienza cuando se encuentra próximo a la muerte, queriendo hacer balance de lo que ha hecho a lo largo de su asquerosa vida. El libro consta de cuatro bloques sobre: la infancia, la juventud, la madurez y el declive.
Desde temprana edad, cuando tenía 7 u 8 años el angelito quiso matar a su hermano aparte de constantes ruindades que ponía en práctica día tras día.
La autora intercala  otro tipo de letra para narrar lo que podría haber pasado si hubiera actuado de otra forma, lo cual conduce a que el libro se transforma en un voluminoso tocho. Algo que al principio mes pareció una originalidad, pensándolo con más detenimiento, lo único que hace es aumentar innecesariamente el número de páginas. Los lectores suprimen esta parte  del libro pues lo consideran de relleno, es como si estuviera intercalado un libro dentro de otro libro. Mi mezquindad no me permite suprimir nada de lo escrito.
Hay un episodio conmovedor: la muerte de su madre, la cual le confiesa en su lecho de muerte que es fruto de una violación lo que le sienta muy mal al señorito Spencer. La historia se reparte entre Londres y Nueva York descubriendo los oscuros mecanismos que emplean los centros de dirección donde lo único que tiene importancia es el poder y el dinero. También es digno de mención la elección del alcalde del Condado, donde no se duda ni por un momento de quitar del camino a quien molesta sin importar las consecuencias; o, el accidente cardiovascular de John (su padrastro) lo que justifica a la autora para extenderse sobre el episodio cardíaco  y los medicamentos que se utilizan como anticoagulantes.
Al final el protagonista no cuida la alimentación y acaba mal, diría que sin pena ni gloria, lo cual te produce un muy mal sabor de boca. No obstante el libro engancha aunque no es una gran cosa, pues uno es flojo con la lectura .Me hubiera gustado que hubiese tenido un final menos ambiguo, porque después de tantas páginas termina uno flotando.

3 comentarios:

  1. Felicidades Abelardo. Me ha gustado mucho el contenido de tu comentario.

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  2. Me ha gustado, en particular, por esa apreciación sobre el problema cardiaco al que añades que ha permitido justificar a la autora todo un vademecum de anticoagulantes.
    Para los escritores que escriben al peso (Kent Follet al ser preguntado el por qué de sus novelas tan largas, +/- 1000 páginas, lo explica de forma contundente: me pagan por hoja)y también para aquellos que escriben con plazos impuestos por la editorial ante fechas de ventas es normal el verse en la tesitura de elegir entre literatura y literalidad.

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