La región más transparente fue frase acuñada por Humboldt cuando llegó a la altiplanicie mexicana. Con el mismo título Carlos Fuentes dio a luz su primera novela, para muchos la precursora del boom hispanoamericano por su atrevimiento al romper moldes en cuanto a estructura e innovaciones literarias. Entiendo que no es la mejor opción para empezar a disfrutar de este autor. Gringo viejo y La muerte de Artemio Cruz son novelas más sencillas. Unos ochenta personajes hacen que de vez en cuando sea necesario volver al índice de los mismos para situarlos. El uso de términos castellanos con acepciones propias de México junto con adaptaciones del inglés y del francés obliga a hojear el glosario. Ambos, personajes y términos quedan a disposición de la autentica protagonista de la novela: la ciudad de México en ese punto en el que deja de ser una capital para convertirse en DF, donde confluye el pueblo con familias latifundistas, nuevos burgueses, banqueros, intelectuales, antiguos revolucionarios, extranjeros del interior y del exterior.
No obstante, por encima de personajes y términos, la radiografía escrita por Fuentes sobre la evolución post revolucionaria de México entre 1920 y 1955 es un ejercicio pleno de transparencia sobre cómo las ideas de liberación acaban encadenadas con los años, por los intereses de poder de la clase privilegiada que se hace dueña de los ideales, hasta transformarlas en propio beneficio.
La misma novela, de lograr un hipotético escritor que eligiera Madrid, Barcelona, Sevilla, Bilbao o Canarias como protagonista de su novela, más allá de sus personajes y terminología lugareña, podría convertirse en el vehículo más transparente que refleje estos últimos 30 años en España.
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