Cuando el autor publicó la
primera edición por febrero de 2014, sólo tenía 32 años. Supongo que le habrá
costado escribir; es un libro que se enmarca en el género de novela histórica y
para ello ha tenido que documentarse sin que le abandone la imaginación. Desde
el comienzo mucho me sorprende lo que designa como las Legaciones, para darme
cuenta que el significado se encuentra al final del libro en un Glosario: son
los representantes de un estado ante otro y se encontraban en un sector de la
capital Pekín, habitada por la colonia extranjera en el año 1900 año en que se
desarrolla la acción, protagonizada por los bóxers (grupo chino formado por
campesinos que practicaban las artes marciales) y llegan a levantarse contra los extranjeros, pues eran partidarios de volver a los valores
sociales y religiosos antiguos. También pierde uno la orientación, complicando la lectura, el elevado número de
personajes que maneja, recopilados al final de la lectura. Me llega al corazón
en el capítulo de agradecimientos, la simple mención que hace de sus padres,
abuelos y hermanos por inculcarle el amor a los libros y a las historias. Es de
agradecer los planos que pone al principio del libro para esclarecer la
lectura.
El libro es difícil de leer,
pero muy pocos libros he abandonado en mitad de la lectura, por no decir que
ninguno. No sé de donde viene, pero libro que
empiezo a leer, libro que termino, pues cada libro posee algo que llega
a formar parte de uno, será porque he visto, cuando era joven, el proceso de
composición, con letras de plomo y he olido la tinta de imprenta, en la época
en que trabajaba en una litografía, antes de estudiar en la Universidad de LL.