El soldado de la portada representa al típico soldado de la Primera Guerra
Mundial. Pero este no es un libro sobre la Gran Guerra. Al menos no lo es en su
totalidad. Es una autobiografía en la que Lewis describe su experiencia en esa
guerra como oficial al mando de una unidad de artillería y sus peripecias para
encontrar lugares de observación y para esconderse en el hueco dejado por el
estallido de un obús como lugar más seguro para que el siguiente no le cayese
encima.
Pero también trata de otros estallidos. Lewis fue en el catorce, antes de
los inicios de la confrontaciónn un artista. Y en esa época un artista tenía la
influencia mediática de un futbolista hoy
en día. Su revista Blast, autoeditada, sus pinturas, su renuencia a ser
encasillado dentro de los Futuristas hasta convertirse en líder de los
Vorticistas le hicieron ganar una gran estima y odio social. Publicado en 1937
vaticina hacia dónde va Europa y dedica unos capítulos a quienes fueron sus
amigos escritores que junto a él rompieron barreras tal y como lo hiciera Pablo
Picasso. Una generación, la de los 14 formada por T.S.Eliot, Ezra Puond y James
Joyce.
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