Una visita al Museo d’Orsay y la contemplación del cuadro: El Origen del
Mundo, de Courbet, origina la trama de esta novela. Reconoce en la pintura el
doctor Patricio Illanes curvas y ornamento púbico muy similar al de su mujer,
Silvia, quien contempla a su vez la pose y llama cochino a su marido por
proponerle ser fotografiada en un escorzo similar a edades tan poco juveniles
para esos juegos. Ambos tienen como amigo a Felipe, mujeriego, coleccionista de
fotos de sus conquistas y gran amigo del matrimonio. La duda, a pesar de los
años y de un cuerpo que ya no está para muchos trotes físicos, se instala en el
doctor cuando Patricio (Patito en chileno) visita a su amigo y ha de certificar
su suicidio al tiempo que halla entre la colección de fotos una tipo carnet de
su mujer y otra muy parecida a la del cuadro. El impulso provocado por los
celos en busca de la verdad lleva al lector en volandas hasta un final
inesperado.
Los recursos del castellano son infinitos. En Chile, país donde nació el
escritor, lo pintado por Courbet se conoce como la guatita.
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