Desconozco el porqué de la portada. Los relatos huelen a campo pero no es
el cerdo ni el jabalí protagonista en ellos. Es posible que para Herta Müller,
escritora alemana nacida en Rumanía, En tierras bajas, contados desde la
perspectiva de una niña, el recuerdo de sus vivencias aldeanas sea asociado a
la familia de los Sus Scrofa.
Sospecho que pudiera haber tenido uno de esos animales especializados en
reconocer y marcar el territorio donde a poco que hoce el chancho cochino
puerco da con hongos tan preciados como las trufas.
Eso es lo que hace Herta. Hozar entre la maleza de la convivencia, del
sexo, de la muerte en una pequeña aldea de procedencia suaba. Y lo hace con
tanta delicadeza y lirismo que saca a flote un sinfín de trufas literarias
propias de lo real maravilloso, posteriormente denominado realismo mágico, que
nada tienen que envidiar a las leídas en autores latinoamericanos.
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