Un día de noviembre tras un
difícil y complicado viaje el señor Linh desembarca en un país donde no conoce
a nadie ni tampoco el idioma. Huye de la guerra con su nieta y le acomodan en
un piso de acogida. Conoce al señor Bark un hombre corpulento y solitario con
el que se encuentra en un banco del
parque. Un día trasladan al señor Linh a un hospicio y ahí comienza la lucha para
volverse a encontrar con su amigo. El libro se lee rápidamente y sin altibajos hasta
que nos conduce a un final inesperado e inimaginable, la historia se puede
considerar entrañable y conmovedora pero no me ha parecido algo deslumbrante,
aunque debe de tener alguna virtud oculta que no he podido descubrir pues ha
sido publicado con la ayuda del Ministerio de Cultura francés y editado cuatro
veces. Emplea frases cortas, con un lenguaje tranquilo y sosegado; alguien
opina de su estilo minimalista. No obstante lo que le sucede al Señor Linh es
difícil y complicado de vivir, termina con una frase, que es el origen del
título del libro
El autor en su tiempo libre
enseña a niños discapacitados y a presos. Sus novelas y sus libros han sido
galardonados. La nieta del señor Linh permaneció en la lista de libros más
vendidos desde su aparición.
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