El libro propuesto por David para comentar en el Club de la Ranilla, trata, de bomberos que queman libros, porque los libros son peligrosos ya que hacen reflexionar y pensar a los lectores.
A pesar de tener un hermano bombero: Franc, con lo que
parte del libro quedaría en casa, no le encontré el punto de equilibrio a la
lectura. Lo achaco a que no me encontraba bien, pues soy un lector cochino que
lee todo lo que se le pone por delante. Leía FAHRENHEIT 451 y era como si el
libro estuviese escrito en un idioma que no conocía. Tuve que llegar a la
página 122, para encontrar un interesante debate acerca de los libros. Estando
en el Club, David menciona a Cecilia una chica a la que no le interesa cómo se
hacen las cosas sino por qué se hacen; frase que también recuerdo que leí, tuve
que detenerme y apuntar. Reparte una serie de pensamientos sobre la lectura,
que, leen y comentan los lectores. A continuación se detiene en la quema de
libros a través de la historia, siendo triste y curioso en Cuba, donde se
quemaron libros sobre el cubismo de la biblioteca de Pablo Neruda, pues
aquellos revolucionarios en su afán e ignorancia, creían que dichos libros podrían
estar relacionados con la Revolución Cubana.
David, estuvo muy bien y le llevaría tiempo, pensar, ocurrirsele, y trabajar la
reunión sobre el libro.
Para terminar repetir que no le encontré el punto a la
lectura, y aclarar que el equivalente 233º C, es la temperatura a la que arde el papel de los libros.
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