Conocía
de su existencia pero nada había leído. Un grato agradecimiento el recibido de
manos de Juan Carlos, responsable de la Biblioteca La Orotava, tras la charla
La lectura como actividad física con motivo de El día Internacional del libro.
Los
poetas vienen a ser como saltadores de altura que con un solo impulso de la
palabra son capaces de sortear cualquier significado o como lanzadores de
jabalina capaces de llevar el uso de la palabra a tales distancias que acaban
clavadas en los sentimientos. Se requieren muchos intentos, muchos saltos,
muchos lanzamientos hasta que se encuentra la expresión justa. Esta obra
escogida es una buena forma de acercarse a este poeta tinerfeño. Especialmente
a esa capacidad por su parte para transformar en poesía objetos comunes como
una casa, un gorrión o una almohada y sobre todo para hacernos sentir su visión
de la niñez. Como muestra esta sentencia de dos versos titulada NIÑO donde se
resume esa búsqueda del poeta de aquel tiempo que pudo ser y no fue.
Ay, ese niño que me
mira fijo:
Cómo me juzga por
lo que no he sido.
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