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TAN LEJOS COMO LOS PIES ME LLEVEN. Josef Martin Bauer.

Hace algún tiempo he visto la adaptación para  televisión de una película sobre presos en cárceles extranjeras titulada: Hasta donde los pies me lleven. Trataba  sobre la vida de Clemens Forell, prisionero alemán del Ejército Soviético de la Segunda Guerra Mundial. La verdad es que me impactó la película, fascinado por la historia y por el inquebrantable instinto de supervivencia del ser humano, se me ocurrió buscar el libro origen del guión.  ¿Dónde se encontraba? , pues en la Biblioteca Pública del Estado de S/C de TFE, bajo el título: TAN LEJOS COMO LOS PIES ME LLEVEN.
El prisionero Clemens Forell es sentenciado a 25 años de trabajos forzados e inicia un espantoso e inhumano viaje en tren hacia las minas de plomo en Siberia. Se fuga siendo capaz de iniciar un viaje de nada menos que de 14.000 Km. por las salvajes tierras siberianas para intentar llegar a su hogar.
La primera parte de la novela hasta la pág. 257 narra el inclemente viaje  e inhumano trabajo en el interior de la mina en la que los presos tienen que extraer el mineral sin descanso .En la segunda parte Forell ayudado por un médico compatriota  huye. En su caminar por Siberia y por la Rusia Soviética, convivirá con pastores de renos y finalmente se unirá a tres presos políticos rusos convirtiéndose en buscador de oro, cazador y traficante de pieles. Las peripecias de Forell  son emocionantes y sorprendentes, entretienen al lector y lo mantienen en vilo hasta el final. Tal es así que a  pesar de saber cómo acababa la historia: por fin llega a su hogar, como había prometido, después de años de duro viaje, lo tuve que terminar de leer el 15/10/2013 de 3:00 a 4:30 a.m., después (ya tranquilizado) me volví a dormir.
Los 14.000 Km que recorremos  junto a Clemens Forell nos indica que siempre hay un resquicio de esperanza por muy negra que parezca la situación.

P.D. Lo tachado se puede omitir del comentario.

Fetasa. Isaac de Vega

Todo, menos el paisaje, cambia en Fetasa. Todo está en continuo proceso de cambio en la mente del protagonista. Personaje que atraviesa distintos parajes de las islas, desde el mar a la cumbre, recorriendo charcos y peñascos, pendiente de las olas y las nieblas, mientras en su mente todo se modifica en un constante fluir entre la vida y la muerte, entre querer evitarla y pretender no salir de ella. Crea Isaac de Vega un ambiente surrealista, en unas ocasiones árido y pobre, propio de los veranos tórridos, en otras floridos como los inviernos lluviosos tal y como los pudo vivir durante la juventud en su pueblo de Granadilla, en el que atrapa al lector con imágenes que viajan por los mundos de lo onírico, la locura y la realidad en un sinsentido con sentido.

Ulyses. James Joyce


Supe de su ficción hecha realidad cuando por televisión me enteré del Bloomsday Festival que se celebra en Dublín, ciudad que se viste a la usanza todos los 16 de junio, para recordar que Leopold Bloom salió de su casa a las ocho de la mañana aquel día de 1904.
Estaba enterado de sus dificultades por otros lectores así que ha permanecido mucho tiempo en la estantería esperando por una semana tumbado a la bartola en el Sur como único texto a pie de hamaca, a pie de almohada.
No es libro para quienes gusten del Best Seller (aunque Ulyses no ha dejado de imprimirse desde 1922) ya que un Best Seller, deja de ser Best cuando ya no es Seller (vida media = un año ±) y  no se precia de contar a un tiempo con buena poesía en prosa, teatro, teología, judaísmo, liturgia, independentismo, ciencia, sexo y algún que otro capítulo carente de signos de puntuación.
Tampoco es lectura para introducirse en lo que algunos llaman “literatura” ya que es fácil perderse en el laberinto del monólogo interior.
Es difícil de leer si solo se le puede dedicar unas pocas páginas al día. Al lector le costará reiniciar el flujo de pensamiento de sus personajes a través del recorrido de Ulyses por las calles de la ciudad. 
Sin embargo Joyce hace sufrir o degustar su obra al atreverse a poner por escrito las imbecilidades de la mente, creando un mundo fuera del tiempo y el espacio donde el lector no difiere de lo pensado por Leopold Bloom.

EL INSÓLITO PEREGRINAJE DE HAROLD FRY. Rachel Joyce.


                                                                                                                                   
Harold un jubilado, recorre Inglaterra de sur a norte (unos 1009 Km ) como respuesta a una carta de una antigua compañera que se está muriendo de cáncer; sin más equipaje, que el firme convencimiento de que su amiga debe esperar a que llegue para despedirse.
El peregrinaje no es aburrido porque mantiene vivo el interés gracias a los personajes que conoce por el camino y a sus propios pensamientos. La autora se calza las zapatillas náuticas del protagonista y narra con brillante maestría sus diálogos, pensamientos y recuerdos. La autora desarrolla un complejo entramado que va desenredando a lo largo de la obra.
La novela fue publicada por Teresa en este blog el 25/11/2012.Aunque su comentario no me animó a leer, por lo visto me quede con las zapatillas en el subconsciente  y al ver el libro expuesto en la Biblioteca Tomás de Iriarte con ocasión del Festival Internacional de Literatura de Viajes y Aventuras, opté por la lectura, de lo cual no me arrepiento. Muy bueno: ignoro ¡cómo es posible que se pueda escribir algo así!

La novela sorprende y emociona, increíble, por lo que dice y por la manera en que lo dice. Insólita según indica el propio título. Desde el comienzo uno quiere peregrinar con Harold. Al principio se le une un chico,  es el inicio del engrosamiento del grupo lo cual crea en Harold descontento y agobio. La parte final da un giro cuando los periodistas y las redes sociales se meten a organizarlo todo y aparecen personajes despreciables. Harold está a punto de abandonar. Las frases desordenadas aparecieron con la lectura avanzada.