Desarrollar la historia de una familia a partir del
transporte de la madre dentro de un
ataúd, hasta su pueblo natal encima de una carreta, para ser enterrada, puede hacer volar la imaginación del lector cuando
tiene el libro en la mano. Si al acabar
su lectura coincide con lo leído bueno es que se siente a solazarse de si mismo
ya que no es fácil solaparse con la genialidad del escritor. El sonido de la
madera mientras es construida la caja, oído por la agonizante desde la cama; las
peripecias durante nueve días para llegar al pueblo, con todos los miembros de
la familia en la carreta, siendo rechazados por el olor que desprende y
observados por los buitres desde lo, alto forman el armazón usado por Faulkner
para desentrañar la podredumbre de la naturaleza humana.
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