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Don Quijote de la Mancha. Miguel de Cervantes.


 

Volver a empezar. Después de años de venturas entre páginas con la mirada puesta en El Toboso de la literatura, en los que se han sucedido gigantes con aspas que han hecho disfrutar de la ancha Castilla imaginativa de los escritores así como de destierros por la Sierra Morena de lo estabulado por las editoriales, ha llegado el momento de pasear de nuevo a lomo de rocín flaco y galgo corredor, lanza en astillero y de disfrutar de lo cabalgado. Por delante volver a aprender de la Vida y destino durante Cien años de soledad lo que es el Hambre de Los Miserables durante las Empresas y tribulaciones de Maqrol el gaviero con Ulises en un Viaje al fin de la noche.


La muerte ve Virgilio. Hermann Broch.


 

Literatura excelsa. Párrafos y párrafos que brotan de una mente privilegiada que relata los últimos días del poeta. Casi cien páginas para describir la llegada de Virgilio a tierra en uno de los barcos que forma parte de la flota de Cesar Augusto. Luego, otras doscientas en las que Virgilio repasa algunos hechos de su vida pero que adorna con un flujo de pensamiento difícil de continuar entre frases que se concatenan en párrafos enormes en los que el lector puede llegar a perder el hilo de sus divagaciones. No es lectura para todos los públicos. Público entre el que se encuentra quien escribe que acabó por abandonar su lectura.


Peregrino transparente. Juan Cárdenas.


 

Henry Price, pintor inglés al servicio de la Comisión Corográfica, una expedición científica que recorre Colombia en 1850, va siguiendo el rastro de un misterioso y hábil artista local de cuya identidad apenas hay indicios y habladurías populares. Lo que empieza siendo un mero interés profesional, un artista fascinado por otro, acaba convirtiéndose en una obsesión, en una aventura filosófica y en un camino de aprendizaje para el pintor extranjero, que, en el curso de la expedición, acabará sumido en la vorágine política de la joven república. 

Una lengua muy muy larga. Lola Pons Rodríguez.


 

Un Cervantes con unas gafas que hacen de filtro para escudriñar en un latín que va evolucionando hasta dar el actual español al tiempo que este último se enriquece con vocablos que entran para quedarse bien sea desde allende los mares o desde Europa. El ceceo y el seseo, la aspiración de la hache en un total de más de cien historias curiosas sobre el español.


El impostor. Javier Cercas.


 

El impostor es Enric Marco, un nonagenario barcelonés que se hizo pasar por superviviente de los campos nazis y que fue desenmascarado en mayo de 2005, después de presidir durante tres años la asociación española de los supervivientes, pronunciar centenares de conferencias, conceder decenas de entrevistas, recibir importantes distinciones y conmover en algún caso hasta las lágrimas a los parlamentarios españoles reunidos para rendir homenaje por vez primera a los republicanos deportados por el III Reich.

El escritor es Javier Cerca que trata de descubrir cuánta verdad y cuánta impostura hubo en la vida del biografiado.


Cien noches. Luisgé Martín.


 

“A los cuarenta años, cuando mi experiencia de vida comenzó a convertirse en fatiga, hice un cálculo teórico que luego fui afinando con entrevistas personales y lecturas sexológicas: el amor erótico entre dos personas dura como máximo cien coitos. Cien encuentros. Cien noches. A partir de esa cifra, todo es previsible y ordinario. No desaparece el deseo, pero sí la perturbación. No desaparece el placer, pero sí el asombro”. Pag. 217.

Una psicóloga estudiosa de la sexualidad en propia persona envuelta en un experimento sobre fidelidad en la pareja para comprobar si lo contestado en las encuestas es cierto acaba en envuelta en una trama policial.

El árbol de la lengua. Lola Pons Rodríguez.


 

Divulgar es un arte. No todas las personas con gran conocimiento en una materia son capaces de hacerla fácil y amena a los interesados en mejorar su conocimiento sobre un tema concreto. Ocurre con la Historia donde Nieves Concostrina la acerca de forma entretenida y llevadera, y también Lola Pons, en su caso con historias cotidianas sobre el uso de español.


La carretera. Cormac McCarthy.


 

Propuesta violenta y desoladora que desde el primer párrafo introduce al lector en un escenario apocalíptico gracias al peregrinaje de un padre y su hijo, carrito de supermercado a rastras, por una carretera que les conduce hacia el mar. A pesar del color negro del asfalto y los bosques quemados, de los grises del cielo y del mar y gracias al recuerdo de lo vivido antes de ser conducidos a esa situación y los variopintos encuentros con otros seres humanos la novela destila un atisbo de esperanza en el ser humano más allá del nombre del barco encallado: Pájaro de Esperanza, de Tenerife, que en la página 166 encuentran y que tan buenos útiles les proporciona.


Un árbol crece en Brooklyn


 

No es una novela histórica pero encierra mucha historia. En concreto la historia de los primeros veinte años del siglo XX en el barrio de Brooklyn. Y toda esta historia pasa a la vista de Francie, la niña que lee al pie de una escalera y ve crecer un árbol que solo se desarrolla en los barrios más pobres. Por ella pasan todas las vicisitudes de su familia, las de su entorno y las de la escuela al tiempo que no deja de seguir el consejo de su abuela: leer todos los días alguna hoja de La Biblia y de alguna obra de Shakespeare. Entrañable y emotiva historia al tiempo que dura para una niña en la que puso todas sus esperanzas la familia para que llegara a la universidad.


Los armarios vacíos. Annie Ernaux.


 

La historia es bien sencilla. La auto biografía de una universitaria desde los cinco seis años cuando vive en una tienda bar a las afueras de la ciudad con sus borrachos a los que da de beber su padre y con los clientes a las que la madre fía hasta fin de mes hasta que llega con el esfuerzo de los padres al colegio privado y luego a la universidad lidiando con sus amigas que acuden a fiestas y tienen otros intereses.

Lo que no es sencillo es hacerlo con frases cortas, un lenguaje certero que mete al lector en la tienda, en los conflictos de la adolescencia y en los problemas universitarios al tiempo que planea un aborto en ciernes.


                                         



Llegue al libro por recomendación de un amigo. Lo tenia pendiente y me frenaba el elevado número de páginas.

Es el diario de Toni, un profesor de filosofía de un instituto madrileño que decide suicidarse dentro de un año.

Durante los diferentes capítulos, que coinciden con los meses de un año va contando su vida.

El personaje de TONI es normal, con una familia con problemas, separaciones, amistad, enfermedades, amores .etc.

La madre y Agueda son sus personajes favoritos sin olvidar a la perra Pepa.

El libro está bien escrito lo cual te atrae y hace que no renuncies a leerlo para ver en que acaba. A pesar de que el tema es espeluznante la novela no es triste.

Los vencejos están revoloteando durante toda la novela y el profesor es un forofo de estos pájaros que vuelan sin descanso, viven en las ciudades y comen y copulan en pleno vuelo. El libro es entretenido y se puede leer. Escribe con una transparencia y una fluidez muy digna de ser resaltada.

Veremos a ver lo que nos depara el libro PATRIA.


Vidas escritas. Javier Marías.


 

Nutritiva lectura sobre escritores y escritoras ya fallecidos que de forma ágil y volandera lleva de un autor a otro mediante la exposición, en clave de humor, de sus vidas casi siempre azarosas en la que se demuestra que nada hay nuevo bajo el sol y máxime cuando se trata de quienes se ven atrapados por el oficio de la escritura. Egos enardecidos, absenta, drogas, orgías, todo cabe, a todo se le podrá sacar valor literario.

Concluye el libro con unas fotografías de postales de escritores que el autor gustaba de reunir y que aprovecha para hacer unos breves pero descriptivos apuntes sobre las mismas en los que se aprecia sus grandes habilidades para sacarle partido a los rostros de los literatos comentados.


Nunca fuimos más felices. Carlos Marzal.


 

Cuando coincide que un padre acompaña a su hijo a todos los entrenamientos, a todos los partidos, que a su vez es aficionado al fútbol y escritor surge un libro como este en el que se mezcla lo balompédico con lo literario y donde caben textos dedicados al césped, el balón, las camisetas, los vestuarios, los padres energúmenos, los viajes, el bocadillo de tortilla, y un extenso etcétera aliñados con lo que el propio autor confiesa que le gusta: disgregar; lo que añade un plus a su lectura pero que en ocasiones la desvirtúa y alarga innecesariamente.


Tiempo curvo en Krems. Claudio Magris.


 

Formado por cuatro pequeños relatos, Magris le saca partido literario a situaciones curiosas. Un hombre rico que se camufla interpretando un peculiar papel; un profesor que viaja a una ciudad para dar una conferencia sobre Kafka y allí se encuentra con una mujer que lo lleva a pensar en otra; un escritor judío que comparte coche y conversación con un joven poeta y un profesor que asiste al rodaje de una película basada en una novela que recreaba un episodio vivido en su juventud.


Las cosas que llevaban los hombres que lucharon. Tim O`Brien.


 

Al título, por largo, le faltó el dónde llevaban las cosas los hombres que luchaban. Las llevaban al cuello, en los bolsillos o en sus mochilas y las llevaban en Vietnam. De eso trata el primer capítulo de este libro en el que cada soldado, al peso inevitable de su carga, bien fuera quien potara la radio, el botiquín, el mortero o la ametralladora o bien fuera simple soldado de infantería sumaba dicha cargar al peso de sus amuletos, los cuales le tenían conectado a la realidad dejada en EEUU. Los otros capítulos se desvanecen entre la jungla vietnamita, los túneles enemigos y las minas que el pelotón al que perteneció quien escribe sobre esas cosas sufrió, así como de la posterior vuelta a casa.


El señor Ibrahim y las flores del Corán. Eric Enmanuel Schmitt.


 

Momo es un adolescente judío que se abre a la vida entre grandes dificultades familiares en un barrio de París. Conoce al señor Ibrahim, un anciano tendero musulmán que le guiará en su desarrollo personal. Le enseña a sonreír y a partir de este pequeño cambio la vida de Momo comienza a cobrar sentido.


Trampa 22. Joseph Heller.


 

Hay que estar loco para volar en un bombardero durante la Segunda Guerra Mundial y exponerse al fuego de los antiaéreos alemanes. Hay que estar loco para renunciar a volar y exponerte a un consejo de guerra. Es la trampa 22. En cualquier caso dichas locuras no ayudan a Yossarian a regresar a casa después de cumplir las 40 misiones establecidas, pues estas suben a 45, 50 y así sucesivamente.

En este tira y afloja se desarrolla esta sátira a los conflictos armados en los que como bien dice el autor a ninguno de los muertos de ambos bandos les interesa el resultado de la guerra.


Tan fuerte, tan cerca. Jonathan Safran Foer.



 Un niño de ocho años encuentra una llave que le llevará a conocer la vida de su familia y las circunstancias de la muerte de su padre en una de las torres gemelas tras el impacto de uno de los aviones. Una historia curiosa con personajes y circunstancias poco creíbles que enganchan al lector en un intento por devolver todo a la normalidad si aquel atentando no hubiese sucedido. Quizás el niño, de ocho - nueve años, sea lo más raro, pues está construido literariamente no muy acorde a su edad.

Cinco escritos morales. Umberto Eco.


 

Se recogen cinco intervenciones de Umberto en torno a temas como: la guerra, el fascismo, la prensa, la ética laica y la intolerancia ante la inmigración. Siempre es bueno contar con este tipo de personas que a lo largo de su vida aportan luz ante situaciones diarias que por su magnitud se nos escapan a la comprensión.


Crematorio. Rafael Chirbes.


 

La muerte de Matías y su traslado hasta el crematorio es el trasfondo en el que se mueve esta novela en la que se icinera toda la sociedad de finales del siglo pasado y principio de este. Un pueblo pequeño a orillas del mediterráneo valenciano sirve de telón de fondo para sacar a relucir a un tiempo tanto los bajos fondos de una sociedad que crece al amparo de la especulación de terrenos, recalificaciones, y venta de pisos y adosados así como sus turbios manejos en el mundo de la droga como las adaptaciones de toda una familia para adaptarse a esas nuevas formas de vivir.


Sin destino. Imre Kertesz.


 

Al autor, cuando contaba con quince años, una mañana en la que se dirigía al trabajo con su estrella amarilla pegada en el abrigo lo hicieron descender del autobús donde viajaba junto con sus otros compañeros y sin explicación alguna lo llevaron al campo de concentración de Auschwitz. Comienza así una vida sin destino, de un año y medio por diversos campos, contada sin acritud, con cierta inocencia y humor de lo vivido donde los conceptos de tiempo, destino y libertad son tratados con una rara perspectiva de felicidad.


París no se acaba nunca. Enrique Vila-Matas


 

Lectura en un cruce de caminos. Por una parte parece un ensayo sobre la pasión del escritor por Hemingway a partir de la frase de este último: París..... Por otra, un tratado sobre cómo escribir una novela. Y como hilo conductor una conferencia a la que es invitado el autor años más tarde de haber vivido en la Ciudad de las Luces sus inicios como escritor. En este cruce de caminos aparece la vida y obra del propio Hemingway, de Margerite Duras arrendataria de la habitación en la que vivió el escritor así como latinoamericanos y españoles que por los años setenta del siglo pasado ya tenían una visión distinta a la vida que se desarrollaba en España.

París no se acaba nunca no es lectura entretenida. El argumento novelesco es muy frágil y en sus inicios se hace pesada la obstinación del autor por parecerse a Ernest Hemingway. Sin embargo, es de gran utilidad para aquellos que se interesen por las motivaciones de la escritura y por cómo estructurar lo escrito.


Manual de vida. Epicteto.


 

Cuentan quienes han leído mucho que llega un momento de la vida en el que ya atraen los best seller y deciden optar por lecturas que no hayan pasado de moda, generalmente escritas por autores que ya no están entre nosotros. Y que luego, tras navegar entre esos libros de "obligada" lectura y esas lecturas de sibarita se acaba irrevocablemente en los griegos, pues descubren que todo lo leído lo han escrito previamente los griegos.

No es este el caso, pues el libro llegó en un pedido equivocado, pero sí que es cierto que a pesar de los siglos que lleva escrito su contenido es tan apropiado para la vida actual o más que cualquier libro de crecimiento personal.


Don Segundo Sombra. Ricardo Güiraldes.


 

Güiraldes relata la vida del gaucho, siempre errante y a lomos de su caballo. Lo hace tal y como habla, con sus: ansinas, güeno, ajuera; de tal forma que en ocasiones pareciera leerse al modo antiguo canario.

No habrá sido vida fácil la del gaucho a tenor de las vicisitudes vividas por el protagonista que ya en la pubertad abandona a sus tías para encontrar en Don Segundo su mentor y protector. Aparecen así todo tipo de suertes propias de la vida del resero que conforme avanza en su narración se vuelve algo tedioso como lo ha de ser el cabalgar por tan inmensas planicies.


Meditaciones. Marco Aurelio.


 

Es uno de esos libros para leer a ratitos. Nunca se pierde el hilo de tanta filosofía encerrada en sus cortas impresiones. No le habrá sido fácil a Marco Aurelio ser a su vez emperador y tener tiempo libre para el estudio y la anotación de los acontecimientos acaecidos en su época y dejar por escrito sus pensamientos cargados de contenido espiritual y filosófico.


Breves amores eternos. Pedro Mairal.


 


Cada uno de los cuentos es auténtica caja de sorpresas, y descubrimos el universo del autor que mejor refleja cómo los hombres afrontan con mejor o peor suerte sus relaciones sentimentales. Historias en las que el hombre tropieza sistemáticamente con los mismos errores que lo ponen en evidencia y delatan su limitada capacidad delante de las mujeres, que tienen mejores recursos emocionales. Mairal tiene una particular mirada: incisiva, tierna, pero también divertida y perturbadora a veces, que provoca en el lector absoluta admiración. Ingeniosos y absorbentes, estos cuentos confirman a Pedro Mairal como uno de los escritores en lengua española más talentosos de este tiempo.


Entre tierra y mar. Joseph Conrad.


 

Tres relatos largos a cargo de uno de los escritores que mejor ha descrito el mar y la vida del marino a bordo así como los útiles, velámenes y aparejos de los barcos de la época.

En esta ocasión Conrad aprovecha sus conocimientos marineros para describir situaciones entrelazadas con vivencias amorosas.