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Carnet de un escritor. W. Somerset Maugham.


Quien quiera acercarse a Maugham mejor que lo haga disfrutando de la lectura de Servidumbre humana, El velo pintado o el Filo de la navaja. Carnet de un escritor no es lectura tan famosa como las nombradas, entre otras cosas porque no es novela pero sí que aporta un mejor conocimiento de las inquietudes del autor. Reúne escritos de lo más variado recopilados a modo de diario durante más de cuarenta años. En unas ocasiones son opiniones personales sobre escritores, en otras entradas realiza ejercicios de escritura sobre un mismo tema o simplemente notas para una futura novela o apuntes sobre miembros de la tripulación de los barcos con los que navegó por polinesia. Año a año desgrana acontecimientos y vivencias en torno a las dos grandes guerras mundiales así como epigramas a los que era aficionado.

No es lectura para todos los días ni para todos los lectores pero a buen seguro que hay días y lectores a quienes pudiera apetecer.

SUITE FRANCESA. Iréne Némirovsky.


  Hace referencia a la Segunda Guerra Mundial recordando también  la Primera, la obra fue pensada como una composición en cinco partes de las cuales la autora solo alcanzó a escribir dos: “La tempestad en junio”, que tiene 31 episodios, y “Dolce”, con 21.
Los 31 episodios independientes tratan de lo que le ocurre a una serie de familias francesas antes de abandonar París, al comienzo  de la invasión por parte  del ejército alemán. Escribe sobre lo que sucede o podía haber sucedido y en el siguiente capítulo cambia de personajes, para posteriormente retomar los personajes anteriores y seguir avanzando en la escritura, en mi opinión de una gran belleza. En Dolce.se centra en la convivencia de los franceses con el enemigo que había ocupado ParÍs. No sé cómo es posible convivir con el enemigo; pero sobre todo la gente joven le echa alegría a la vida, principalmente las muchachas que no dudan en opinar que los alemanes son muy guapos y muy rubios. Solo la gente mayor tiene más desarrollado el sentido patriótico  Me llamó la atención, uno de los episodios donde los soldados están en París y le dan la orden de trasladarse urgentemente al frente ruso.  
El libro aunque se relaciona con la guerra no es nada desagradable. Iréne trata con mucha finura los acontecimientos. La autora no llego a conocer el final de la guerra pues fue asesinada por los alemanes, algo que me cuesta comprender; últimamente será propio de la edad, pero ocurren cosas que no entiendo en absoluto El manuscrito del libro fue publicado después de su muerte y nos quedamos sin saber qué es lo que hubiese escrito de las otras tres partes.

Antología. Ezra Pound.


La obra de Ezra es tan amplia que esta pequeña antología bien vale la pena para acercarse a ella. Su amplitud es tanta como su vida ya que Pound fue el poeta que abrió a la modernidad la poesía; fue fundador de movimientos literarios y de revistas, mecenas, profesor y crítico de muchos artistas, traductor de obras chinas, ensayista económico; americano de nacimiento e italiano de adopción hasta el punto de seguir a Mussolini acabó proscrito por aquellos a los que dio de comer y posibilidades de hacerse un hueco en las artes.
Son famosos sus epigramas y sobre todo sus Cantos. De estos últimos he de reconocer que no tengo cultura ni griega ni china suficiente para sacarles partido.
Me ha gustado, de su capacidad crítica, un fragmento escrito a principios de siglo pasado en relación a lo que leemos, que añado a continuación.

¿Cómo es que ustedes conocen sólo una selección casual de libros escritos por sus contemporáneos extranjeros, pero casi nunca sus obras claves o principales? ¿Quién controla, impide el comercio de la percepción, de la intuición, entre un pueblo y otro?

Nosotros.Evgueni Ivánovich Zamiátin.


Integral. El escritor. Ingeniero y matemático. En 1923, la Glavnist, el órgano censor del régimen soviético se estrenó con esta novela; su publicación fue prohibida. En 1924, sin autorización por parte del autor fue lanzada en Inglaterra y en Praga. Esto permitió ser leída por los intelectuales rusos y Zamiátin fue acusado de traidor y de no haber entendido la esencia del socialismo ruso. Condenado al ostracismo, sin poder publicar, le pidió a Stalin que fuera más allá de las deportaciones a Siberia, de la muerte, que lo exiliara como la peor de las condenas a la que podía ser sometido. Por mediación de Máximo Gorki abandona el país con su mujer en 1932.
Integral. El prólogo. Ocupa un tercio del libro y hace un recorrido por el autor, por el análisis de Nosotros en el contexto histórico así como de las Distopías. Expone cómo Nosotros se encuentra en el trasfondo de otras distopías como la de Blade Runner en torno a los problemas de identidad, La Naranja Mecánica y los abusos de poder, el control intelectual en Farenheit 451, Un mundo Feliz y 1984 de Huxley y Orwell respectivamente.

Integral. La novela. Integral es la nave encargada de llevar a otros mundos el maravilloso modelo social en el que vive el protagonista, en el que la vida se rige por la fría lógica y por la organización férrea y controlada de todas las horas del día. El conflicto surge cuando D-503 conoce a I-330, una misteriosa mujer que le seduce y con la que mantiene relaciones sexuales fuera de la planificación permitida, al tiempo que el dirigente de la ciudad, El Gran Benefactor, anuncia que se procederá a extirpar mediante operación quirúrgica la parte del cerebro que regula la fantasía, puesto que esta función de la mente es la que provoca la búsqueda de la libertad. 

El loco de la plaza Libertad. Hassan Blasim.


Como en todo conjunto de relatos siempre habrá unos que gusten más que otros. En concreto el que aparece en portada no ha sido uno de mis preferidos pero los que llevan por título: La gaceta del ejército, La bolsa de Alí y El camión de Berlín sí que me han gustado. Los relatos de Blasim son una extraña mezcla entre realidad y ficción al estilo hispanoamericano pero con Irak como telón de fondo. La supervivencia en tiempos de dictadura, de guerra y de migración favorece historias que pudieran parecer irreales para quienes nos movemos en las dulzuras de esta corrupta paz que tantas horas proporciona de conflicto en tertulias televisivas. Sin embargo, el conflicto Iraquí, con los abusos de Saddam Hussein junto a la intervención aliada en busca de un argumento armamentístico televisivo, proporciona infinitas historias civiles de las que se nutre el autor para exponer sus once relatos en lo que se mezcla el horror a la muerte con la voluntad de vivir.


Según la contraportada del libro tienen cierta propensión a lo macabro. Debe ser que la vivencia tétrica de una guerra no es la misma cuando se ve endulzada en pantalla que cuando se lee en un relato, aunque ambas se realicen desde un cómodo sofá.