Comienza el
libro haciendo referencia al frío de La Laguna y así continua mencionando: el
rocío lagunero; el frío nocturno; hacía frío; clima desapacible; golpe de frío,
etc. etc Para uno que tiene memorizado e
interiorizado desde pequeño el frío de La Laguna y que fue la causa de que abandonara
el residir allí; esas referencias tiene mucho de nostálgico.
LA CASA LERCARO, Tercer libro de la trilogía se ambienta en La Laguna donde han
ocurrido acontecimientos a los que no podemos dar explicaciones. Los personajes
son los mismos que los de los libros anteriores (con pequeñas innovaciones). El
inspector Galán tendrá que resolver unos misteriosos asesinatos, que ocurren en
La Casa Lercaro, con ocasión de inaugurar la exposición <<Las banderas
de Nelson >>.
En la
esquina de la calle San Agustín con la de Tabares de Cala levantó una casa el
escribano público Tomás Justiniano, la casa pasó al hijo mayor Gaspar Justiniano. Los miembros de la familia
vivieron en la antigua casa hasta que la
heredera Catalina Justiniano casó con Francisco Lercaro de León.
A don
Francisco la casa le pareció vieja y
oscura, por lo que decidió tirarla y levantar otra nueva. Aunque la casa siguió siendo propiedad de la familia hasta
mediados del siglo XX, el núcleo familiar se trasladó a la Orotava, donde
levantaron otra casa, tanto o más esplendida que la de La Laguna.
La casa de La
Laguna tras su compra por el Cabildo fue rehabilitada y se instaló allí la sede
del Museo de Historia y Antropología.
El libro
(era uno de los propuestos para lectura comunitaria), te mantiene en vilo
durante la lectura, quieres ver, que es lo que ocurre en el siguiente capítulo.
Se puede considerar ameno y entretenido.
Tiene buena pinta...Otro para leer este verano...
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