Repaso por la vida
infantil del escritor en uno de esos barrios de enormes edificios colmena a las
afueras de Barcelona donde se concentró a los emigrantes de provincias que
fueron a trabajar en el cinturón industrial cercano al río Besós. Desde sus
primeras lecciones de pillería de Lazarillo, enseñadas por su tío Ginés, hasta
la lucha sindical en busca de mejoras salariales por parte de su padre, las
discursos de su madre a ventana cerrada o la presencia de la Guardia Civil a
través del padre de su mejor amigo sus recuerdos se salpican con las enseñanzas
en el colegio de su maestro favorito y
su afición por la lectura, lo que provoca el conocer qué títulos fueron
forjando su vida hasta convertirlo en filólogo, redactor de El País y en
escritor.
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LA FUNCIÓN DELTA. Rosa Montero.
La autora tiene una
increíble facilidad para escribir sin que se le escape el menor detalle; las
frases surgen como el agua de un manantial aunque la escritura no es fresca
pues las ideas que expone son muy serias. Todo lo que escribe parece que se
está viendo y la trama gira en torno a Lucía a la que conocemos con 30 años
cuando es capaz de comerse el mundo mientras que con 60 años se siente enferma
y dominada por el terror a la soledad y a la muerte
La novela la conforman una
serie de capítulos en los que narra el vivir y las experiencias sobre el amor a
lo largo de la existencia de la protagonista. Los diferentes capítulos del
libro designados con el día de la semana se refieren a cuando tenía 30 años y
los que nombra con meses cuando ha cumplido 60 años fecha en la que se
encuentra en un centro hospitalario aquejada de la enfermedad de Méniere, siendo
atendida por las enfermeras María de Día y María de Noche. Es capaz de narrar
lo que pasa, pasó e incluso lo que piensa
algún personaje, todo ello con un gran despliegue literario qué llega a
convencer.
Entre los personajes se
encuentra doña Maruja la vecina de 77 años, siempre correcta, que ha perdido a
tres hijos y al marido a la que no le da miedo la muerte sino morir
mal, quiere que le den un empujoncito. Lucía se dedica a trabajar para una
agencia publicitaria pero sueña con ser directora de cine. En la agencia se
encuentra Tadeo, chico para todo y personaje curioso que vive con su madre
paralitica. También Hipólito hombre casado que no tiene intención de separarse
de su mujer, prometiendo amor sin fin cuando no puede darlo, pero por extraño
que parezca se encuentra unido sentimentalmente a Lucía, siendo para ella la
aventura y la pasión, en una palabra el amante, Ricardo, dedicado a los negocios que estará con ella en los
últimos momentos en el hospital antes de partir y Miguel un amigo, profesor de
universidad que es la ternura personificada, el equilibrio y la serenidad, es
decir el compañero.
Aunque no debe uno
llevarse por el título del libro para
leerlo, maravilla por su originalidad pues “La función delta” es una ecuación
de la Mecánica Cuántica creada por el
matemático Chirac la cual describe situaciones cuya intensidad de la variable tiende
a infinito cuando la duración tiende a cero y ello aplicado a la relación que
puede surgir entre seres humanos.
Al final los médicos se dan
cuenta de que Lucía tiene un tumor en la cabeza aunque no se lo habían dicho y
abandonan la lucha, dejando de administrar la medicación. A lo largo de la obra
se pueden sacar muchas y valiosas reflexiones, con la incertidumbre de si le
dará o no tiempo de acabar de escribir el libro antes de dejar de respirar.
Apología y Critón. El Sócrates de Platón. Platón.
Cuentan que tras mucho leer,
lo normal es volver a los clásicos. Puede que este sea el inicio, quién sabe.
Más larga la introducción que la propia Apología el sentido de la primera frase,
volver a los clásicos, es que después de los griegos el resto está todo
inventado. El resto son ganas de marear la perdiz.
Lo cierto es que Sócrates,
a través de Platón, obliga a una lectura concentrada, nada evasiva, para seguir
la evolución filosófica del maestro en su propia defensa.
LA ACTUALIDAD DE LO BELLO. Hans-George Gadamer
Gadamer filosofo alemán
nacido en 1900 imparte unas lecciones en
1974 en la Escuela Superior de Salzburgo que han cristalizado en el presente librito para justificar y
legitimar el conflicto entre lo antiguo y lo moderno relativo al arte,
empleando un lenguaje denso y filosófico que cuesta leer y que debería ser objeto de otras lecturas.
El ARTE se empleaba dentro
de lo que Aristóteles llamaba el saber y la capacidad de producir, los griegos
consideraban el arte como imitación de la naturaleza. Arte quiere decir
<< bellas artes >> asociamos lo bello con algo que está reconocido
por el uso y la costumbre que sea digno de verse y que está destinado a ser visto, goza de reconocimiento y de
aprobación general. Platón llama bello a lo que más brilla y más nos atrae, a
la visibilidad del ideal, percibiendo como brillo en la naturaleza y en el arte
lo que nos fuerza a afirmar << eso es lo verdadero >> sin olvidar
el amor a la belleza.
Las bellas artes pueden
clasificarse por la naturaleza del medio, de la siguiente manera:
Las artes auditivas o del
sonido utilizan los tonos musicales junto con los silencios, presentados
sucesivamente.
Las artes visuales se dirigen
a la vista e incluyen diversos géneros como la pintura, escultura y
arquitectura.
La literatura es más difícil
dado que un poema no necesita ser escrito. Tampoco es un arte auditivo, puesto
que no precisa ser leído. La literatura
es un arte simbólico al estar formada por palabras con significado que han de
conocerse para entender o valorar un poema.
Las artes mixtas combinan
los medios anteriores. Así la ópera es música, palabras e imágenes. Las
representaciones teatrales reúnen el arte literario con la habilidad escénica y
las imágenes visuales. En la danza prepondera lo visual, acompañado de la
música. En el cine están presentes todos
los componentes anteriores.
LA ESTÉTICA en la historia de la filosofía es
una invención más tardía que coincide con la aparición del sentido del arte
separado de la práctica productiva Baumgarten (1714-1762) fue el primero que
acuñó el término “ESTÉTICA” como ciencia que analiza las leyes del conocimiento
sensible y el objeto que trata es la belleza por lo que definió la estética
como el arte de pensar bellamente, definición análoga a la de retórica como el
arte de hablar bien. Kant fue el primero en defender la autonomía de la
estética y lo hizo con la << satisfacción desinteresada >> que es
el goce de lo bello, con un gusto comunicativo
que nos marca a todos y exige una aprobación universal.
Gadamer que
vivió 102 años tuvo tiempo de ver cambios sustanciales en las diversas
teorías filosóficas y termina sentando las bases antropológicas del arte por lo
que desarrolla ampliamente los conceptos de <<juego símbolo y
fiesta>> en los cuales no nos vamos a detener por excesiva dificultad y
falta de tiempo.
EL ARTE NO NECESARIAMENTE
TIENE QUE SER BELLO.
De algunos animales. Rafael Sánchez Ferlosio.
El título me ilusionó. El
bestiario de Arreola, Cortázar y el de Javier Tomeo son referentes en este tipo
de lecturas sobre animales de la vida diaria que el escritor trasporta por sus
anatomías o características en seres híbridos cual hipogrifos, quimeras y
minotauros.
Pero realmente en De
algunos animales solo hay tres. El Tifra, el Dapno inmóvil y el Lipoic Acid
Plus.
El resto son escritos sobre
animales insertos en otras publicaciones con la fantasía propia de Ferlosio. Un
lujo que obliga a la relectura de Alfanhuí.
Así empieza lo malo. Javier Marías.
Ambientada en los inicios de 1980 la trama de Así
empieza lo malo es bien sencilla. Dicha trama queda clara en la primera página.
Un director de cine encarga al joven Juan de Vere, a su cargo como secretario,
el enterarse de la veracidad de ciertos rumores que han llegado a sus oídos
sobre la vida de un amigo suyo, el doctor Jorge Van Vechten.
Pero el galeno no vuelve a aparecer hasta casi la
mitad de la novela.
Quizá, a mi entender, radique ahí el arte de Javier
Marías. El proporcionar al lector todos los interrogantes que él ha de hacerse
cuando confecciona sus personajes, de tal forma que el lector acaba pensando y
haciéndose esas mismas preguntas mientas el escritor va dosificando momentos de
tensión con información, en este caso, sobre la posguerra civil o sobre
cineastas y actores.
Todo muy sencillo, pero a la vez tan complicado, tan
bien ligado el armazón, que conduce al lector hasta el final por los vericuetos
del deseo, la lealtad y menosprecio vividos por la pareja a la que Juan de Vere
recuerda pasados los años.
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