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Una comida en invierno. Hubert Mingarelli.



Tres soldados, apesadumbrados por la carga moral que implica pertenecer al pelotón de fusilamiento, solicitan eludir el mal trago de disparar a sangre fría a cambio de salir por los bosques congelados en busca de judíos que acabarán siendo fusilados.
Consiguen dar con uno, lo hacen prisionero y, de vuelta al campamento, pasan la noche en una cabaña. Durante la cena surge la duda. Vivir dando la libertad al judío, a pesar de saber que no volverán a escapar de verse encañonando a los siguientes prisioneros o entregarlo para disfrutar de libertad y salir en su busca pero no tener que matarlos.

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