Tres soldados, apesadumbrados por la carga moral que
implica pertenecer al pelotón de fusilamiento, solicitan eludir el mal trago de
disparar a sangre fría a cambio de salir por los bosques congelados en busca de
judíos que acabarán siendo fusilados.
Consiguen dar con uno, lo hacen
prisionero y, de vuelta al campamento, pasan la noche en una cabaña. Durante la
cena surge la duda. Vivir dando la libertad al judío, a pesar de saber que no
volverán a escapar de verse encañonando a los siguientes prisioneros o
entregarlo para disfrutar de libertad y salir en su busca pero no tener que matarlos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario