Si el lector indaga a través
de Google el título de esta lectura en la sección “Imágenes” observará que las
distintas editoriales ofrecen una ambientación en sus portadas que predispone a
pensar en una obra infantil. Ciertamente, el protagonista, Jody, vive a lo
largo de los cuatro capítulos de la novela el tránsito de la infancia a la
pubertad, de la inocencia a la realidad. Y la realidad en Salinas, California,
una vez conquistado el oeste es dura, tanto que no sería de extrañar al camino
que vamos que en un futuro los grupos defensores de animales condenaran su
lectura por atentar contra sus principios. Pero en aquellos tiempos las
decisiones carecían de la carga ética que actualmente conllevan. No era
crueldad. Era actuar de forma adecuada a la realidad de las
circunstancias.
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