“Por qué leer los clásicos” es un libro de Italo Calvino. En él dice que
un clásico es aquel libro del que se suele decir: estoy releyendo… También es
como expresa Mark Twain un libro que la gente elogia pero que no ha leído.
Hamlet, Fausto y Don Quijote, entre otras muchas razones, han de ser clásicos por
estas dos.
Una de las ventajas de leer libros de escritores fallecidos es contar con
la criba que efectúa el paso del tiempo. Es sobrevivir al mismo lo que les ha
convertido en clásicos. Desconozco el por qué tenía la idea preconcebida de
tostón, de libro para intelectuales y críticos de lo inasible.
Fausto y su pacto con el diablo, Mefistófeles, no deja de ser un libro
más pero es uno de esos que en palabras de Calvino se presta a cesantes
revisiones e interpretaciones, que nunca termina de decir todo lo que tiene que
decir, de ahí que su potencial recorrido se antoje infinito, lo que incitará su
relectura.
En esta edición también se disfrutan las ilustraciones.
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