Todos los días en las páginas de sucesos podemos leer el
último atraco a una joyería o a una sucursal bancaria. Si el botín es muy
importante o si hubo víctimas la noticia se hace eco durante algunas ediciones
más. Nuevos atracos tomarán el relevo dejando en el olvido a los anteriores.
Plata quemada ha sido el título elegido por Ricardo Piglia para rescatar del
olvido un atraco ocurrido en Buenos Aires en 1965. Pero Piglia hace algo más,
no solo lo rescata sino que convierte la posterior investigación que hace sobre
el mismo en una novela. Novela en la que plasma la atmósfera de la época y los
intrincados resortes que movieron al atraco y al desenlace del mismo, en el que
el Nene Brignone, el Gaucho Dorda y el Cuervo Mereles aceptan, durante el asedio, el
discurso policial a base de balas como una forma de suicidio. Una excelente
novela policiaca en la que Piglia consigue que al final de la misma el lector
dude si los hechos ocurrieron tal y como están escritos en la novela o fueron
los protagonistas de la misma quienes los pusieron en práctica tras leerla.
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