Me recomendaron y prestaron la novela, una
primera edición del año 1985, cuando Gabo
tenía 57 años y tres años antes le habían
concedido el Premio Nobel de Literatura.
Menciono la edad para indicar que tenía
experiencia sobre la vida.
El autor emplea tres personajes principales con
los que construye la maravilla de novela.
Florentino Ariza, usaba lentes por la miopía y
vestía ropas que le hacían mayor, le gustaba
escribir poesías de amor para Fermina Daza de
la que se encontraba enamorado.
Fermina, tenía los ojos bonitos y siempre
peinaba con una sola trenza, teniendo el olfato
muy desarrollado, según su padre era toda una
dama.
Juvenal Urbino, brillante médico que acabó con
el cólera en el pueblo; considerado el soltero
más codiciado por la forma que tenía de tratar a
las personas, era el esposo de Fermina, a la que
le fue infiel.
Florentino se enamora cuando todavía es muy
joven de Fermina, con la que consigue
comunicarse dejando notas en lugares por
donde ésta pasea con su tía, pero el padre
acaba por enterarse y Fermina es enviada lejos,
pero cuando regresa rompe el noviazgo y se
casa con Juvenal. Entrada la vejez Fermina
queda viuda y Florentino vuelve y viven un amor
como si el tiempo no hubiese transcurrido en un
barco fluvial que navega por el Rio grande de la
Magdalena que atraviesa Colombia.
El libro es bastante extenso pues esta primera
edición tiene más de quinientas páginas, cuya
lectura mantiene expectante e interesado pero
tranquilo al dedicar episodios, reflexiones y
meditaciones sobre la vida, el amor, la
cotidianidad, la vejez y la muerte. Con un rico y
abundante vocabulario la lectura llena hasta
rebosar. Lo que escribe de una región del Caribe
es lo que sucedió o podría haber sucedido en el
tiempo; por la escritura tan creíble, se puede
considerar que Gabo ha aterrizado en el planeta
Tierra.
La obra se encuentra divida en cinco bloques
temáticos que narran situaciones ocurridas en
diferentes épocas y lugares. Meditaciones con
las que hay que estar totalmente de acuerdo.
Descripciones condimentadas con un fino
sentido del humor que te obligan a reír. Para
terminar dos frases que no sabría cómo calificar
pero quedan grabadas:
“Lo único que me duele de morir es que no sea
de amor”.
“La única frustración que me llevo de esta vida
es la de haber cantado en tantos entierros
menos en el mío”.
Acabo con una triste noticia: en la tarde del 15
de agosto de 2020 murió a los 87 años
Mercedes Barcha compañera del escritor
colombiano alguien fundamental en la carrera
de Gabo a la que le dedicó EL AMOR EN LOS
TIEMPOS DEL CÓLERA.
Lo único cierto en esta maravillosa vida es que el
ser humano muere un día a una hora.
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