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Las uvas de la ira. John Steinbeck.



Son las uvas, pero bien podrían ser las naranjas, los melocotones, las lechugas o las zanahorias. Es la década post Gran Depresión coincidente con el Dust Bowl.
En California crece de todo y hace falta mano de obra. Así lo atestiguan los miles de panfletos que llegan a los otros estados, como el de Oklahoma. Allí, los arrendatarios son expulsados de sus casas. El trabajo a mano es suplido por el de los tractores. La ruta 66, que une el centro sur de EEUU con la costa oeste, se va llenando de coches y camiones con familias y enseres a cuesta en busca de un lugar donde acampar para sortear las montañas y el desierto hasta dar con la tierra de promisión.
Al llegar se encuentran que son tantos que han de trabajar por algo de comida si no quieren que sus hijos mueran de hambre. La demanda es estacional, la oferta se acaba tan rápido (uvas, algodón, naranjas) que los sueldos bajan continuamente.
Los Joad han de tomar una decisión: formar parte de esa avalancha humana. Para ello Steinbeck usa capítulos en los que relata el polvo, la tierra roja que se levanta por el viento, junto con otros en los que la familia se pone en marcha y cómo va perdiendo unidades por el camino, así como las dificultades para encontrar trabajo y el ser considerados despectivamente como Okies.
Pero también emplea capítulos en describir el por qué se esos panfletos, la avaricia empresarial por ganar sin escrúpulos, la quema de la fruta cosechada para controlar los precios, la falta de previsión, el ser etiquetado de rojo todo aquel que no se conformase con tan míseros sueldos. Es por ello que la novela levantó mucho polvo en la sociedad norteamericana cuando fue publicada en 1939.

MEMORIAS DE ÁFRICA. Isak Dinesen.


 
La escritora Karen Blixen de origen danés, conocida por su seudónimo: Isak Dinesen, decide junto con su marido, en la época en que Europa era devastada por la Primera Guerra Mundial, marchar a Kenia, para dirigir una granja y una explotación de café con la ayuda de aparceros de origen kukuyu (grupo étnico de los más  numeroso de Kenia), dando prueba de su excepcional coraje y valentía. Escribe con la agradable sensibilidad que sólo una mujer puede hacerlo, tratando de forma magistral pequeñas historias que han jalonado su vida. Es una vida cargada de problemas y pasión, pues cada cierto tiempo sucede algo diferente. Se extiende en la descripción del entorno, los colores, las personas, los vegetales y los animales, apuntando que hay un animal resultado del cruce de ganado masái y búfalos que se utilizaba como alimentación para la población de masái y somalíes, pueblos guerreros y de excepcional estatura (sobre todo los masái) que habitan en África. Tiene mérito el hecho de que a veces se dedica a la emocionante y peligrosa caza de leones, junto con su amigo sentimental. La mujer es una fuera de serie, alguien que se encuentra en el mundo, brillando ante tanta gente gris.
Hay párrafos que te dejan suspendido en el aire y frases que parecen las estrofas de unos versos. Kamante el niño nativo es muy digno de lástima y compasión; la autora opina que es “el objeto más digno de piedad que podía imaginar” El viejo Knudsen de origen blanco evoca el que: “semejante cantidad de sufrimiento se concentrara en un solo punto” La verdad que hay pobres seres humanos que han venido a este  pequeño mundo a pasarlo francamente mal. Entre estas pequeñas-grandes historias va intercalando detalles de la tierra, las secas llanuras, las grandes colinas, el paisaje, los vegetales y la abundancia de animales.
Son famosas las fiestas que organiza en su granja alrededor de las gnomas (danzas nativas de los masái y los somalíes), llegando a reunir entre mil quinientas a dos mil personas, algo que cuesta imaginar. La visitan amigos que se hospedan en la granja para estar cerca de ella, aunque no por mucho tiempo. Todos ellos seres excepcionales. Se enamora de su amigo el cazador británico Denys Finch Hatton que, cuando volvía de sus expediciones no tenía otro lugar donde quedarse que en la granja, su amigo poseía un aeroplano que le producía el mayor placer de su vida al volar sobre África, donde podía contemplar las verdaderas maravillas que existían desde las alturas.
Al pasar el tiempo y debido a la falta de lluvias el negocio del café atraviesa momentos difíciles puesto que baja la producción y el precio del café, por lo que no puede mantener la granja, teniendo que venderla con gran dolor de sus huesos. Al mismo tiempo Denys sufre un accidente con el aeroplano debido a que capotó y muere junto con su criado. Por esa época Karen tiene otro grande y desesperante problema ya que no sabe qué hacer con su gente, con la que se encuentra plenamente identificada desde que puso los pies en el continente Africano. Después de dar un gran número de vueltas, viajes, peticiones y perder mucho tiempo, salud y dinero el gobierno estuvo dispuesto a conceder una parte de la reserva forestal a los aparceros de la granja, pues de ninguna manera querían ser separados, actitud que planteaba un muy serio motivo de preocupación para Karen que afortunadamente fue resuelto de manera favorable, de la forma apuntada, con lo que la escritora regresa felizmente  a Europa donde murió a los 77 años.
El libro que se lee placentera y sosegadamente ha sido llevado a la pantalla, estando la película dirigida por Sydney Pollack y protagonizada por Meryl Streep, Roberd Redford y Klaus María Braudauer, ganando en 1986 siete estatuillas en la noche de los  Oscar. .

El lobo de mar. Jack London.



Hay libros que en el colectivo (seguramente por el cine) se relacionan con la literatura infanto-juvenil cuando en realidad su trasfondo es una excelente crítica social que actualmente tiene vigencia. Tal es el caso de Los Viajes de Gulliver de J. Swift, o como es el de este El lobo de mar en el que trasciende el enfrentamiento entre dos concepciones de la moral humana. La del mar y la de tierra.
El protagonista, de procedencia acomodada, se ve envuelto en un naufragio ante las costas californianas y es rescatado por una embarcación que va rumbo al norte de Japón a la caza de focas. De esta forma queda enrolado al mando de un capitán despiadado pero al mismo tiempo letrado. Las diferencias entre la tripulación y los miembros especializados en la caza de focas y entre los avatares propios de un tripulario que ha de adaptarse a una nueva vida que inicia como pinche de cocina unido a las tormentas, abordajes, matanzas de focas y naufragio, se establece una relación fecunda que viaja al son de los vientos de la moral de la supervivencia en el mar y la ética terrestre.

EL INVIERNO DEL MUNDO. Ken Follet.

 
La segunda novela de la trilogía The Century es un verdadero ladrillo por su extensión, donde el autor retoma la vida de los descendientes de las familias que trató en LA CAIDA DE LOS GIGANTES, libro que también ha sido comentado en este Blog hace ya algunos años.
Emplea un gran número de personajes pertenecientes a familiares de diferentes nacionalidades que coloca en una lista al principio para que el lector no les pierda de vista, y analiza lo que aconteció en Europa desde antes de la Segunda Guerra Mundial hasta 1949, el libro está compuesto de tres partes, que abarca el período de tiempo comprendido del año 33-39; 40 al 45 y parte del 45 al 49, con todo género de detalles.
Me llama la atención el incendio del Reichstag (parlamento alemán), el alumbramiento de Carla que tiene la valentía de seguir adelante con su embarazo habiendo sido violada y, el comportamiento de los camisas pardas nazis al servicio de Adolf Hitler, encargados de torturar a todo aquel que se oponga al régimen totalitario que quería implantar en Alemania; para ello se aliaban con quien fuera, teniendo como principal objetivo alcanzar el poder. La descripción que hace de la época es bastante cruel, pero es lo que sucedió y se encuentra bien tejido y entrelazado; se sustenta en el atropello a los judíos, homosexuales y a todo aquel que se oponga en su camino. Las torturas son horrorosas y los atropellos están a la orden del día, una época, que no ha servido para enseñar al ser humano puesto que el mundo sigue dando vueltas y se continúa con el agravio y el pisoteo hacia los derechos de las personas, todo ello gracias a la corrupción política y al desmedido afán de poder que impera en la sociedad actual. Hay tiempo para el enamoramiento juvenil hasta los huesos, eso que se incrusta hasta  las profundidades del corazón y que es imposible de arrancar por mucho empeño que se ponga, los altercados producidos por los obreros en la huelga de la rama del metal, y la manipulación de la información en los periódicos, faltando a la verdad, para aterrizar en el mundo real.
Desarrolla la Segunda Guerra Mundial desde el año 39 al 45 para detenerse en el bombardeo de Pearl Harborl, en el despiadado lanzamiento de las bombas atómicas de uranio y polonio sobre las ciudades de Hiroshima y Nagasaki, y en el exterminio de los discapacitados, respaldado por el proyecto denominado AktionT4. Hay escenas emocionantes y otras que escalofrían como el campo de Auschwitz en Polonia. ¿Cómo fue posible que 21 millones de personas se hubieran quedado sin hogar? Menciona el Plan  Marshall gracias al cual Europa fue reconstruida de las terribles consecuencias de la contienda.
El libro está muy bien escrito aunque algo extenso, cómo hemos apuntado, por lo que la última parte se hace cuesta arriba. Al final hay una nota de agradecimiento del autor; en su día, el libro ha sido un best-seller, entrando dentro de lo posible que si contuviese menos páginas se leería igual de bien.

El espejo del mar. Joseph Conrad.



La mejor prosa marinera para quienes gusten de leer sobre el mundo de la mar. Los barcos cobran personalidad, los vientos nombre propio y la vida del marino, en un tiempo de transición de la vela al vapor, se expresa en toda su amplitud y magnificencia.

Berta Isla. Javier Marías.



Es una novela de espionaje. Pero desde luego no a lo 007. No hay misión secreta alguna. Todo queda en especulaciones. Es la novela de él, reclutado por el MI16 y su vivencia personal en el anonimato. Y de ella, Berta Isla, cuyo apellido le viene como anillo al dedo, pues se convierte en una verdadera isla como persona, mujer y madre, al no saber a ciencia cierta en qué está metido su marido ni cómo vivir sus ausencias.
En ocasiones la trama no avanza ya que va y viene sobre el mismo argumento lo cual obliga a una gran pericia al escritor aunque es posible que si contuviera menos páginas se leería igualmente bien.