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Viajes con Heródoto. Ryszard Kapuscinski.


Con Ryszard se identificaron muchos periodistas de la segunda mitad del siglo pasado. Desconozco la calidad de su actividad en este sector la cual no le debió ser fácil ya que desde los 60 se pasó el hombre recorriendo medio mundo como corresponsal allá donde hubiese conflicto sin más idioma que el polaco y el de los gestos. Esta particularidad le facilitó vivir muchos movimientos sociales así como el nacimiento de las más variadas dictaduras militares en países recién emancipados de su pasado colonial.
Hace tiempo leí del mismo autor: Ébano. Crónicas a modo de relatos que recorren África mostrando la crudeza y belleza de los nuevos regímenes de países previamente ocupados por europeos.  
En este libro realiza un doble viaje. Por una parte relata lo vivido en las naciones visitadas (India, China, Irán, Egipto, Libia, Congo, Senegal, Tanzania, entre otras) con esa peculiar maestría para aprovechar el incidente sociopolítico que le ha llevado hasta allí y contarnos las raíces sociales del mismo, la forma de ser de las gentes, los peligros y comodidades que aporta el ser de piel blanca. A su vez, de viaje, se lleva entre otros libros de lectura “Historia” de Heródoto en cuyos tomos el griego va desmenuzando la expansión del imperio persa con sus batallas perdidas al norte contra los escitas, al igual que Napoleón y Hitler, debido a la incapacidad de maniobra de sus ejércitos en la fría estepa y el hundimiento de su flota en la batalla de las Termópilas y Salamina.

Una pena que ambos no estuvieran amparados por las tecnologías actuales pues serían referentes para los blogueros de la Red.   

2 comentarios:

  1. Ryszard Kapuscinski, tuvo que ser una persona excepcional, de esas que salen una vez cada muchos años. Murió en el 2007 a los 74 años. Un auténtico animal de la comunicación, reportero de otro material que no dudaba en cruzar fronteras para hablar con personas distintas y contar lo que allí sucedía. Supongo que en esa época solo disponía de su piel, su polaco y pocos medios. Así cuando su jefa en el periódico donde trabajaba le envía de reportero a la India le regala el libro de Historia de Heródoto.
    Javier comenta que hace tiempo leyó Ébano del mismo autor. Fue el 21/12/12. Mercedes aprovechaba aquellas fechas, para desearnos, que el 2013 a pesar de sus últimos dígitos, fuese un año suertudo. Para mí lo fue, pues pude escapar de un ictus isquémico, prolongando la existencia y…” no hay nada en el mundo que pueda compararse a una vida por delante”; pasa la vida sin darnos cuenta. ¡Estamos en el recién estrenado 2016!
    Me he preguntado ¿Qué hace la liebre en la portada del libro? Recomiendan qué lo mejor es leerlo y descubrirlo.

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  2. Aunque de la misma familia, los lepóridos, la etimología poca luz aporta. Se desconoce si la una agachó las orejas y acabó domesticada al amparo de las comodidades caseras o si el otro cansado de la manía por el mono, también llamada monomanía, decidió tirarse al monte para que el aire corriera alegre entre sus muslos. Lo cierto es que la portada ofrece el dibujo de una liebre y no de un conejo, lo cual carece de importancia según las edades se hacen provectas pues tanto su ofrecimiento como su degustación cabalga a lomos de juveniles reminiscencias fantásticas que han de quedar en la pituitaria, lo que facilita el incorregible alardeo de cazador de éxito por parte de los mentecatos.
    La liebre justifica la portada al ser la culpable de una de las grandes derrotas persa en su expansión hacia el norte de Eurasia. Según Heródoto, enfrentados ambos ejércitos para la batalla final el emperador persa tardó en entender cómo el ejército que tenía enfrente pasó a divertirse con la persecución de una liebre que correteaba en medio del campo de combate en lugar de temer al enemigo, de lo cual coligió que lo mejor sería emprender la retirada ante la masacre que se le avecinaba.

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