Con Ryszard se identificaron
muchos periodistas de la segunda mitad del siglo pasado. Desconozco la calidad
de su actividad en este sector la cual no le debió ser fácil ya que desde los
60 se pasó el hombre recorriendo medio mundo como corresponsal allá
donde hubiese conflicto sin más idioma que el polaco y el de los gestos. Esta
particularidad le facilitó vivir muchos movimientos sociales así como el
nacimiento de las más variadas dictaduras militares en países recién emancipados
de su pasado colonial.
Hace tiempo leí del mismo
autor: Ébano. Crónicas a modo de relatos que recorren África mostrando la crudeza
y belleza de los nuevos regímenes de países previamente ocupados por europeos.
En este libro realiza un
doble viaje. Por una parte relata lo vivido en las naciones visitadas (India,
China, Irán, Egipto, Libia, Congo, Senegal, Tanzania, entre otras) con esa
peculiar maestría para aprovechar el incidente sociopolítico que le ha llevado
hasta allí y contarnos las raíces sociales del mismo, la forma de ser de las
gentes, los peligros y comodidades que aporta el ser de piel blanca. A su vez,
de viaje, se lleva entre otros libros de lectura “Historia” de Heródoto en cuyos
tomos el griego va desmenuzando la expansión del imperio persa con
sus batallas perdidas al norte contra los escitas, al igual que Napoleón y Hitler,
debido a la incapacidad de maniobra de sus ejércitos en la fría estepa y el
hundimiento de su flota en la batalla de las Termópilas y Salamina.
Una pena que ambos no
estuvieran amparados por las tecnologías actuales pues serían referentes para
los blogueros de la Red.