Si Ud. es
guionista y anduviese parco de ideas a la hora de hacer interminable una
telenovela puede hacer uso de esta obra entretenida escrita por Stendhal en la
que Fabricio se ve envuelto en una trama de amores de palacio, palacetes y
villas donde los títulos cortesanos de marqueses y condes, los políticos y
militares y los eclesiásticos de obispos y arzobispos son codiciados, comprados
y vendidos según las necesidades del príncipe y sus adláteres y los anhelos
amorosos por los que discurran sus vidas. Una buena manera de conocer los
entresijos de la época de forma sexualmente aséptica pues todas las relaciones
amorosas comienzan y terminan en el corazón no viajando por otras partes de la
anatomía humana más allá de ese órgano hasta verse consumadas en las últimas
páginas del libro y de sus protagonistas.
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