Alegría, Alegría, Alegría es
un libro de Manuel Vilas que en realidad no me parece nada alegre, pues trata
la vida del autor, un ser que se ha tomado la vida muy en serio, posiblemente
porque su padre era una persona honorable que se ganaba la vida honradamente,
trabajando como viajante de comercio.
Analiza, reflexiona y describe lo que le ocurre a él y a su familia a lo largo
de los años.
El libro está bien, aunque
he de reconocer el haber quedado medio lleno, pues lo que transmite no es nada
profundo y se queda en la superficie.
Se pueden sacar dos
pensamientos, que valgan la pena de ser recordados: “Cuándo dejamos de pensar
en hacer el amor, simplemente morimos” y, “Lo que cada uno lleva en el corazón
es un secreto incluso para ese corazón”. En relación con los personajes, me
resulta curioso que el protagonista no tenga nombre en el libro, pero si sus
hijos a los que llama por el nombre de dos músicos famosos: Bra y Valdi, sendos
diminutivos de Joannees Brahms y Vivaldi; a sus padres los designa con el
nombre de los actores Gary Grant y Ava Gardner, en otra parte del libro los
llama Robert Redford y Barbra Streisand; los tíos también tienen nombres de
músico y “mis tíos” eran tío Paco,
Conchita y Jorge. Al viajar por la geografía española presentando sus libros,
se encuentra con primos que le preguntan si salen en el libro; inmediatamente
me viene a la memoria los nombres de algunos de “mis primos” Paquito, Benito y
Juanito o Pedrito y Carlitos, por supuesto
cuando eran pequeños, afortunadamente recuerdo sus nombres a pesar de la montaña de tiempo que hace que no les
veo, no nos hemos frecuentado y lamentablemente no sé si viven o si por el contrario
han abandonado este mundo o han partido a otro mundo distinto.
En otro orden de cosas el
protagonista ha tenido dos mujeres, aspecto que me toca directamente. También
ha tenido un perro al que llamaba Brod; mi abuelo tuvo un perro blanco parecido
a un Samoyedo que atendía por Toby, mis padres tenían a Colín y Mickey (un gato),
en mi casa tuve dos perros, Toby y Bingo, este último un boxer se lo compramos
a un criador de Madrid o sea que el animalito lo tuvimos que recoger con su
correspondiente documentación en el aeropuerto.
Otro apartado se lo dedica a
los coches que tuvo la familia un Seat 124 y un Seat 1430, haciéndome mucha
gracia que la madre del autor comenta el hecho de que había sido financiado,
curiosa palabra que aparecía por aquella época.
En mi caso también he tenido dos coches, uno Peugeot 404 de gasolina y
el otro VW Polo Classic 1500 cc con
cinco velocidades, el primero lo lleve a la chatarra y el segundo lo vendí de
segunda mano.
Siempre me maravilla, aquellos
escritores que en sus escritos, cuando
toca, se dedican a comentar sobre autores y libros. En este caso son Marcel
Proust y Antonio Machado con sus Campos de Castilla, acabando con José Hierro
que escribió un libro titulado que casualidad Alegría.
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