La oveja negra y demás fábulas es
realmente un libro pequeño. Apenas unas ochenta páginas. Si a su título unimos
que está formado por relatos cortos, pareciera un libro ideal para tener en la
mesa de noche, ser leído uno de esos días de insomnio, y reemplazar así una
“pastilla para dormir”, ya que se lee de una sentada. Apenas cuarenta historias
sacadas de la imaginación de un grillo, una jirafa, una mosca, un camaleón y los
más variopintos representantes de una fauna, que humanizadas por la pluma del
mexicano Eugenio Monterroso, hablan lo justo e imprescindible para dejar al
lector con la boca abierta, la mente digiriendo la fábula y ese sueño remolón
que entra tras una lectura que satisface. Por eso es ideal tenerlo cerca de la
cabecera de la cama; nos puede ahorrar una pastilla, o dos blíster de veinte
pues con cada relectura de estas pequeñas fábulas quedan más patentes las
palabras de K’nyo Mobutu: Los animales se parecen tanto al hombre que a veces
es imposible distinguirlos de éste.
La profundidad del pensamiento de Eugenio Monterroso nos deja (en prosa) unas maravillosas y fantásticas fábulas. Cabe destacar: La jirafa y la relatividad, los siete sabios del País (Búho), la onda de David (Paloma Mensajera) y el Burro flautista (esta última tratada por Tomás de Iriarte en sus FÁBULAS LITERARIAS).
ResponderEliminarMe lo leí en dos sentadas. La lectura te produce una sensación extraña, asombrosa, te impacta con fuerza en el cerebelo y pone en marcha la mayoría de nuestras neuronas.