Un soldado ugandés en la
primera guerra mundial lucha contra los alemanes desde el bando francés.
Adquiere una forma peculiar de ejecutar su venganza por la muerte de su mejor
compañero. A la voz de “ataque” sale de su trinchera con el resto de
compañeros. Pero él regresa por la noche, solo, con la mano de un alemán como
trofeo. Las primeras cuatro manos le suponen un reconocimiento pero las
siguientes cuatro producen un efecto contrario en sus compañeros.
Da esto lugar a una
introspección del protagonista hasta su pueblo, su historia familiar y su
primer amor que va relatando al psiquiatra del ejército más allá de la
retaguardia.